Durante muchos años, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha sido caricaturizado con la imagen de un dinosaurio. Ha sido por décadas material para los “moneros” o caricaturistas mexicanos. Fundado en 1929 como Partido Nacional Revolucionario (PNR) por el expresidente Plutarco Elías Calles, el PRI dominó la vida pública y aunque perdió en el año 2000, dio un coletazo y regresó al poder en 2012, con Enrique Peña Nieto.
Pero la referencia al meteorito de 10 kilómetros que hace 66 millones de años acabó con los dinosaurios parece ser algo más que caricaturas y chistes para el PRI.
En 2015 gobernaba en 19 estados. Pero en 2018 perdió Yucatán y Jalisco. Y en 2021 fueron 8 las entidades que cedió, de las 12 que se pusieron en juego. Se quedó con cuatro: Hidalgo, Estado de México, Oaxaca y Coahuila. Y perdió Colima, Campeche, Guerrero, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala, Zacatecas y San Luis Potosí.
Y para 2022 y 2023, cuando se juegan los estados que conserva, no hay buenas perspectivas. En los últimos tres años ha sumado tantas derrotas que se encuentra en los mínimos históricos.
El destino de los dinosaurios, la extinción, parece perseguirlo y la señal más dramática de su degradación es que para 2024 no tiene precandidatos fuertes que pudieran revertir lo que parece inevitable: que compita con un candidato impuesto por su socio electoral, Acción Nacional (PAN).
De hecho, las diferentes encuestas que se han publicado de cara a estos comicios colocan muy rezagados a los principales cuadros del priismo como son el Senador Miguel Ángel Osorio Chong, el Gobernador mexiquense Alfredo del Mazo Maza, el Gobernador de Oaxaca Alejandro Murat o su dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas, quien no es considerado en la mayoría de las mediciones, incluso se ha mencionado a Enrique de la Madrid, hijo del expresidente Miguel de la Madrid.
No obstante, estas cartas del tricolor figuran por detrás de los principales aspirantes panistas, Ricardo Anaya —quien se encuentra fuera del país a causa del proceso que sigue la FGR en su contra— y Margarita Zavala —que ha vuelto a acercarse al panismo—, incluso algunas mediciones colocan al emecista Luis Donaldo Colosio Riojas —hijo del excandidato presidencial del PRI del mismo nombre asesinado en 1994— por encima de los priistas y hasta de los panistas.
En febrero del año pasado, una encuesta de Massive Caller colocaba al Senador Miguel Ángel Osorio Chong como el único y mejor priista colocado con 13.9 por ciento de las preferencias, por debajo del Canciller Marcelo Ebrard (42.3 por ciento), Ricardo Anaya (42.6 por ciento); la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum (37.4 por ciento); el entonces Gobernador de Chihuahua, Javier Corral (20.2 por ciento), y el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro (18.3 por ciento). Desde el sexenio pasado, el exsecretario de Gobernación figuraba como uno de los principales aspirantes para abanderar al PRI en la elección presidencial, una posición que al final le correspondió a José Antonio Meade, quien pese a no militar en el tricolor fue elegido para representar al entonces partido en el poder.
En mayo, en tanto, un estudio de SIMO Consulting realizado para el diario español El País situaba al Gobernador mexiquense Alfredo del Mazo como el miembro del PRI con mayores oportunidades para la contienda presidencial con un 11 por ciento de las preferencias en un escenario en el que Ebrard sea el candidato de Morena y de 12 por ciento si la abanderada del partido guinda fuera Claudia Sheinbaum. En ambos casos, el priista fue colocado detrás de Ricardo Anaya.
En julio, Massive Caller colocaba como el principal aspirante de la oposición a Ricardo Anaya con un 41.4 por ciento de las preferencias, seguido del Senador Osorio Chong con 16.5 por ciento y en un último lugar a Alejandro Cárdenas Moreno, “Alito”, con 5.0 por ciento de respaldo.
Dos meses después, la agencia Enkoll publicó su medición rumbo a 2024 —con datos de agosto—, en la cual ubicó a los principales aspirantes de cada partido. En Morena situó —en preferencias efectiva— a Claudia Sheinbaum (35 por ciento) y Marcelo Ebrard (18 por ciento); en el PAN a Margarita Zavala (36 por ciento) y Ricardo Anaya (27 por ciento), y en el caso del PRI a Del Mazo (35 por ciento), Osorio Chong (33 por ciento), Alejandro Murat (18 por ciento) y “Alito” (14 por ciento).
Ya en diciembre, el diario Reforma dio cuenta de cómo con un 45 por ciento de respaldo, Morena se mantiene adelante rumbo a las elecciones presidenciales de 2024 y consolida una ventaja de más de dos a uno sobre el PAN y el PRI, que cuentan con una intención de voto de 20 y 19 por ciento, respectivamente.
La medición señaló que el PRI registra los negativos más altos al ser visto como el partido que “más daño ha hecho al país, el que más roba y el que mantiene vínculos con el crimen organizado”. En cuanto al priista mejor colocado, se situó a Alfredo del Mazo con un 10 por ciento de las preferencias, detrás de Ebrard (31 por ciento), Sheinbam (30 por ciento), Luis Donaldo Colosio Riojas (27 por ciento), Ricardo Anaya (16 por ciento), el Senador Ricardo Monreal (12 por ciento) y empatado con el Gobernador de Nuevo León Samuel García.
En esas mismas fechas se difundió una encuesta de Buendía & Márquez para El Universal en la que se sitúa en la cima de lo aspirantes por los cuales la ciudadanía podría votar en el próximo proceso electoral a Claudia Sheinbaum (54 por ciento), seguida de Marcelo Ebrard (49 por ciento), Margarita Zavala (49 por ciento), Ricardo Anaya (36 por ciento), Alfredo del Mazo (32 por ciento), Ricardo Monreal (30 por ciento), Alejandro Murat (27 por ciento) y Enrique Alfaro (24 por ciento).
A inicio de este año, Massive Caller difundió otra medición en la que los aspirantes priistas también aparecen rezagados entre los contendientes del bloque opositor que han conformado con el PAN y el PRD. En esta encuesta, el priista mejor colocado es Enrique de la Madrid (11.7 por ciento), hijo del expresidente Miguel de la Madrid y quien no ha figurado en la mayoría de las mediciones, y el Senador Osorio Chong (10.9 por ciento). Ambos figuran detrás de Ricardo Anaya (31.1 por ciento) y Luis Donaldo Colosio (20.2 por ciento). En el último lugar de esta lista se coloca al Gobernador priista Alejandro Murat con 0.7 por ciento de las preferencias.
LA CANDIDATURA… ¿EN MANOS DEL PAN?
El rezago de sus principales aspirantes con respecto a los contendientes de Morena han llevado a la dirigencia del PRI, encabezada por Alejandro Moreno Cárdenas, a no descartar la posibilidad de extender su coalición con el PAN y el PRD al proceso presidencial de 2024. Esta situación podría implicar que, como ha sucedido en la elección del próximo año en la que se renovarán seis gubernaturas, el tricolor abandere al candidato de otro partido.
Ya en el proceso de 2018, distintos cuadros del priismo cuestionaron la designación de un “candidato ciudadano”, que fue José Antonio Meade, quien se desempeñó como Secretario tanto en el Gobierno de Enrique Peña Nieto como en el de Felipe Calderón. La opción por la que optó el tricolor en esa elección trató de salir al paso del descrédito en el que se encontraba el partido con los casos de corrupción que protagonizaron el sexenio pasado connotados miembros del priismo como los gobernadores Javier Duarte, César Duarte, Roberto Borge, Roberto Sandoval e incluso el Presidente Peña Nieto, manchado por las tramas de Odebrecht, la estafa maestra y el caso de su casa blanca.
“Ha sido un éxito, es potente y esta coalición sí tuvo éxito en el 2021, sin lugar a dudas y construyendo acuerdos y paso a pasito tendrá resultados en el 2022, en el 2023 y por qué no, en 2024”, dijo Alito en junio pasado, cuando la coalición anunció que iría en cuatro de los seis estados que se renovarán.
De optar por esta opción, el priismo daría la espalda a su amplia historia partidista en la que siempre ha elegido a sus candidatos presidenciales —incluso en el caso de Meade— y por primera vez iría en coalición con dos partidos que durante años representaron la oposición a las prácticas autoritarias que se han gestado en los gobiernos del tricolor.
Pese a ello, en lo que figura como un juego de dos bandas, el dirigente del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas —el mismo que se ha abierto a la alianza— también ha levantado la mano para ser considerado como uno de los principales aspirantes a la Presidencia de México, aún cuando no figura en los primeros lugares de los sondeos.
“Claro que estamos listos, yo tengo 46 años de edad, pero he sido nada más tres veces Diputado federal, Senador, Gobernador, Presidente nacional del PRI, todos estamos listos, al final del camino lo que se necesita es un buen cuadro, un buen liderazgo para enderezar el camino del país”, declaró el pasado 11 de diciembre al final de la 23 Asamblea Nacional, cuando fue cuestionado sobre si se apuntaría en la grande.
No ha sido el único priista que ha anunciado sus intenciones por contender en 2024. El Senador Osorio Chong ha expresado a lo largo de los últimos tres años sus intenciones de competir en la sucesión presidencial.
Del Mazo y Murat —dos mandatarios que han sido visto más cercanos al Presidente Andrés Manuel López Obrador que a su dirigencia nacional— han permanecido a su vez en silencio pese a ser los otros dos priistas que son vistos como aspirantes para la sucesión presidencial.
No obstante, las preferencias no han mostrado estar del lado de las cartas fuertes del priismo.
Sin Embargo