En San Luis Potosí, se ha identificado que algunas personas en situación de calle, localizadas principalmente en la Calzada de Guadalupe, habían sido reportadas como desaparecidas por sus familias. Estas personas han encontrado refugio en el pasillo central de la calzada, desde el jardín Colón, mientras otras optan por ocupar viviendas abandonadas en barrios como San Sebastián y San Miguelito, a pesar de los riesgos que estas construcciones representan.
Preferencia por espacios públicos y fincas abandonadas
Según Protección Civil, además de la Calzada de Guadalupe, otros lugares donde los indigentes suelen refugiarse son la Alameda Juan Sarabia, la Plaza de El Mariachi, la Plaza del Milenio y la de Ciudades Hermanas, así como diversas fincas abandonadas. Sin embargo, la Calzada sigue siendo el sitio más frecuentado, generando inquietud entre los transeúntes. A pesar de ello, muchas de estas personas se resisten a recibir ayuda o ser trasladadas a albergues.
Albergues en épocas de lluvia y calor extremo
Durante las temporadas de lluvias o frío extremo, como las recientes precipitaciones, se les invita a refugiarse en albergues, pero solo unos pocos aceptan. Estos albergues, gestionados por Protección Civil, ofrecen alojamiento, alimentos, atención médica y ropa limpia. A quienes deciden acudir, se les realiza una cédula de identificación, lo que ha ayudado a reducir el número de personas en situación de calle y a facilitar la búsqueda de familiares que los han reportado como desaparecidos.
Resguardo de menores y casos difíciles
El DIF ha reportado que entre las personas en situación de calle se encuentran individuos originarios de otros estados como Oaxaca, Baja California y Aguascalientes. Algunos han quedado varados en San Luis Potosí y han rechazado el apoyo ofrecido para regresar a sus lugares de origen. En los casos donde se detectan menores de edad, la intervención es inmediata para garantizar su protección.
El personal que trabaja en la atención de estas personas enfrenta muchos retos. Un ejemplo de ello ocurrió cuando un hombre en situación de calle, al ser abordado para recibir ayuda, abandonó sus pertenencias y comida, mostrando la desconfianza que muchos de ellos sienten al intentar establecer contacto con las autoridades.
