La Fiscalía de Querétaro ha identificado a 14 personas afectadas por Marilyn Cote, conocida como María de los Milagros ‘N’, quien está acusada de usurpar funciones profesionales y causar lesiones dolosas al ofrecer tratamientos psiquiátricos sin contar con la acreditación académica necesaria. El caso ha despertado alarma, especialmente en Puebla, donde ocurrieron la mayoría de sus fraudes.
El fiscal Antonio de Jesús Hernández detalló que el número de denunciantes podría aumentar significativamente, ya que actualmente se investigan más casos a medida que el tema se difunde en redes sociales. “Ya se han registrado 14 víctimas, y podría generarse una acumulación que llevaría a penas de más de 100 años de prisión”, declaró el fiscal.
Fraude confirmado y clausura del consultorio
Marilyn Cote tenía hasta el 14 de noviembre para presentar documentos que acreditaran su formación como psiquiatra, incluyendo su título y cédula profesional. Al no cumplir con este requisito, las autoridades catearon su consultorio en las Torres Médicas de Angelópolis, Puebla. Posteriormente, el 18 de noviembre, la Dirección de Protección Contra Riesgos Sanitarios (Dpris) clausuró definitivamente el lugar, donde había atendido a numerosos pacientes.
La secretaria de Salud de Puebla, Araceli Soria, confirmó el cierre del consultorio, mientras que la presidenta Claudia Sheinbaum calificó el caso como “fraude”. Por su parte, la Secretaría de Educación Pública (SEP) también presentó una denuncia, ya que Marilyn Cote no figura en el Registro Nacional de Profesionistas, según indicó su abogado Eurípides Alejandro Flores.
Más de 100 consultorios clandestinos detectados
Aunque este caso ha generado indignación, no es un hecho aislado. Una investigación de MILENIO reveló que, en los últimos tres años, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha clausurado 103 hospitales y clínicas irregulares en México. Estas instalaciones presentaban graves deficiencias, como falta de licencias sanitarias, uso de insumos caducos o reutilizados, y personal no capacitado o sin autorización para realizar procedimientos quirúrgicos y estéticos.
El caso de Marilyn Cote pone de manifiesto la necesidad de reforzar la supervisión de los servicios médicos y proteger a la población de profesionales falsos que ponen en riesgo la salud y seguridad de las personas.
