Hoy, 20 de mayo, celebramos el Día Mundial de las Abejas, una fecha destinada a destacar el papel esencial que estos polinizadores desempeñan en nuestro planeta. Desde su designación por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2018, esta jornada nos recuerda la importancia de proteger a las abejas y otros polinizadores, como mariposas, murciélagos y colibríes.
La polinización, un proceso crucial para la producción y reproducción de cultivos y plantas silvestres, es llevada a cabo por estos insectos. Por ello, el Día Mundial de las Abejas busca sensibilizar sobre las amenazas que enfrentan y promover su conservación.
En 2024, la campaña se centra en involucrar a las nuevas generaciones y otras partes interesadas en actividades apícolas, iniciativas educativas y esfuerzos de promoción. Este enfoque refleja la necesidad de concienciar y actuar para proteger a estos polinizadores y asegurar un futuro sostenible para nuestro ecosistema.
¿Qué sucedería si desaparecieran las abejas? La respuesta es alarmante. La ausencia de abejas tendría un impacto devastador en la producción de alimentos básicos de origen animal. Los cultivos que dependen de la polinización de estos insectos verían una disminución significativa en su rendimiento, lo que afectaría no solo a la agricultura, sino también a toda la cadena alimentaria.
Los árboles y flores polinizados por las abejas proporcionan alimento y refugio para otros insectos, que a su vez son esenciales en la cadena alimentaria de animales más grandes. Por lo tanto, la desaparición de las abejas podría desencadenar un colapso en los ecosistemas naturales, afectando la biodiversidad y la estabilidad de los sistemas naturales.
En este Día Mundial de las Abejas, es fundamental reflexionar sobre la importancia vital de estos polinizadores y tomar medidas concretas para protegerlos. La conciencia y la acción son clave para garantizar un futuro saludable tanto para las abejas como para toda la vida en la Tierra.