A lo que Truje
Por: Chencha
San Luis Potosí, un estado rico en biodiversidad y recursos naturales, se enfrenta a desafíos medioambientales críticos.
La Sierra de San Miguelito en peligro por los depredadores del concreto que quieren fulminar el Area Natural Protegida, los mantos acuíferos agotándose en la inconsciencia histórica de las autoridades y la abusiva y penetrante contaminación de la capital potosina por parte de Grupo México (IMMSA) son tan solo algunos de los puntos cruciales que requieren una atención urgente y decidida.
Paradójicamente, el estado está gobernado por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), cuyo nombre sugiere un compromiso inequívoco con la defensa del medio ambiente. La llegada de Ignacio Segura Morquecho a la dirigencia estatal del partido y la reciente elección de Ruth González Silva como senadora plantean interrogantes sobre la autenticidad y efectividad de las políticas medioambientales que se implementarán.
Ambos se han pronunciado recientemente a favor de cambiar la dinámica y aterrizar una agenda que sí sea congruente en la defensa del ecosistema del estado y por fin termine con la inmunidad que los devastadores han generado.
Ruth González Silva apostó en sus propias redes sociales en encabezar una intensa campaña de reforestación de la Sierra de San Miguelito, condición que la somete a un compromiso mayor de defensa de la zona aún contra los perversos intereses que implican su destrucción.
La reforestación es solo una parte del rompecabezas; proteger los ecosistemas existentes, garantizar la limpieza de los cuerpos de agua y enfrentar a las grandes corporaciones contaminantes como Grupo México son acciones que también deben ser prioritarias.
La Sierra de San Miguelito, un área de gran biodiversidad, ha sido objeto de disputa entre desarrolladores inmobiliarios y ambientalistas. La conservación de los mantos acuíferos es otro tema vital, especialmente en una región que ha visto cómo su capital sufre una crisis hídrica cada vez más aguda. Además, Grupo México, una de las empresas mineras más poderosas del país, tiene un historial de contaminación que ha afectado gravemente a la ciudad capital y sus alrededores sin que nadie hasta ahora haya tenido los tamaños para detenerlos, sancionarlos y exhibir con formalidad su impacto negativo.
Ignacio Segura aseguró en el propio estudio de Antena San Luis hace apenas el viernes pasado que buscarán hacer la diferencia como el estado más importante, sin duda en el Partido Verde, buscando apuntalar una agenda congruente y en la defensa del ambiente y de la gente, no de los privilegiados. Hoy más que nunca por su postura como aliados pro 4T, tienen el márgen para hacerlo.
La reforestación es una medida popular y visible, que puede generar apoyo inmediato de la población y proyectar una imagen de compromiso medioambiental. Sin embargo, si no está acompañada de políticas efectivas que protejan las áreas forestales de la explotación, la deforestación y el desarrollo urbano, podría convertirse en un simple gesto simbólico, destinado más a la construcción de una imagen política que a la solución real de los problemas ambientales del estado.
Para que el PVEM en San Luis Potosí pueda construir una postura realmente defensora del medio ambiente, es fundamental que se adopte una estrategia integral. Esta debe incluir la defensa legal y efectiva de la Sierra de San Miguelito, la implementación de políticas estrictas para la conservación de los mantos acuíferos y una rendición de cuentas transparente y rigurosa de las empresas contaminantes. Además, el partido debe demostrar que está dispuesto a enfrentar los intereses económicos que tradicionalmente han obstaculizado las políticas ambientales.
El futuro medioambiental de San Luis Potosí depende de la capacidad del PVEM para transformar sus principios en acciones concretas y efectivas. El liderazgo de Ignacio Segura Morquecho y Ruth González Silva será crucial en este proceso. Sin embargo, solo el tiempo dirá si sus promesas de campaña se traducirán en un verdadero cambio o si seguirán el patrón de promesas incumplidas que han caracterizado a muchos actores políticos en México.
La ciudadanía, los medios libres y los colectivos ecologistas debemos mantenernos vigilantes y exigir un compromiso real que trascienda la retórica y se refleje en políticas ambientales sólidas y sostenibles.
