CIUDAD DE MÉXICO.- Habrá algo de especial hoy en la localidad de Tres Sargentos, Argentina, debido al duelo Cruz Azul-Monterrey en la última jornada del Clausura 2013.
Los tres puntos en disputa, junto con la clasificación a la fiesta grande del futbol mexicano, tendrán algo más, ya que el partido entre los Rayados y La Máquina será especial para dos de sus protagonistas: Mariano Pavone y José María Basanta, que son familia.
“Yo arranqué en el jardín, a los cuatro años y a los seis entré a la primaria; hasta los 12 era una escuela rural y teníamos doble escolaridad. En cada recreo era agarrar la pelota y jugar al futbol. En las vacaciones también jugábamos en pleno rayo del sol al futbol con José Basanta y la verdad que siempre fue una infancia muy linda, sana y fue algo lindo del recuerdo de tener desde chico”, platica a Excélsior Pavone, quien aún tiene presente aquellos días en los que junto a Basanta vivía su infancia a plenitud, jugando a lo que más les gusta: el futbol. El camino se encargó de que siguieran el mismo sueño, pero el propio destino los separó por algún tiempo hasta hoy, día en que la vida los pondrá en el mismo lugar: en una cancha.
“José María Basanta es como un hermano porque nos criamos juntos; si bien yo le llevo dos años e íbamos en diferente grado, pero todo el día estábamos juntos. En el colegio coincidí con José, íbamos a su casa o luego él venía a la mía, vivíamos a 300 metros, los veranos siempre estábamos juntos”, dijo.
Hoy, José María Basanta tendrá la encomienda de no permitir que Mariano Pavone pueda hacer gol para Cruz Azul.
“Como primo es un fenómeno, es un hermano más para mí; y como jugador, él inició como delantero en la categoría de Carlitos Tévez, ahí en Boca. A medida que fue creciendo, en Estudiantes estuvo como delantero, después lo ponen de mediocentro ofensivo y después termina como central, ahí es donde explotó más su potencial”, señala Pavone.
“Tuvo una lesión en una de las vértebras que lo dejó nueve meses fuera de entrenamiento, se recuperó y debuta; después se viene para México, y como central tiene una muy buena técnica e impone por su físico y va muy bien por cabeza, es un gran jugador y por algo también tiene el reconocimiento”, comenta El Tanque.
Los primeros pasos de Basanta y Pavone ya como jugadores profesionales fueron en Estudiantes de la Plata, en donde cada uno comenzó a escribir su propia historia como futbolistas, dando paso a un camino de éxito, convirtiendo a Basanta en un defensa férreo, y a Pavone en un delantero voraz.
“Va a ser raro ahora que nos enfrentemos; si bien nos hemos enfrentado por ahí cuando hacíamos cascaritas en el pueblo, casi siempre jugábamos juntos, pero para equilibrar los equipos nos poníamos uno de cada lado y después en los entrenamientos en Estudiantes, cuando hacíamos partidos, nos tocaba enfrentarnos”, señaló.
Así las cosas, Tres Sargentos, Argentina, estará dividido por el duelo que habrá entre primos, al igual que la familia de Basanta y de Pavone, que esperarán que el resultado pueda favorecer a alguno de los dos.
“Siempre cuando vamos a Tres Sargentos les llevamos cosas. Cuando yo estaba en el Betis llevaba la playera, cuando estábamos en Estudiantes tenían la playera de los dos, ahora falta la de Cruz Azul. Tres Sargentos estará dividido. Por un lado le irán al Monterrey por José y a Cruz Azul por mí, pero ojalá que los dos podamos hacerlo bien en la liguilla, enfrentarnos ahí y, porqué no, jugar una final”, concluye Pavone.
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