Ante el impacto de las redadas migratorias recientes en California, el equipo de béisbol Los Ángeles Dodgers anunció la donación de un millón de dólares para ayudar directamente a familias inmigrantes afectadas en la ciudad.
El presidente del equipo, Stan Kasten, aseguró que esta medida responde al llamado de la comunidad y que los Dodgers quieren asumir un rol activo y solidario en estos momentos difíciles. “Lo que está ocurriendo en Los Ángeles ha tocado a miles de personas, y estamos aquí para apoyarlas”, señaló en un comunicado.
Además del donativo, el equipo adelantó que en los próximos días trabajará con organizaciones locales para ofrecer alimentos, productos básicos y atención psicológica a las personas que lo necesiten.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, también se pronunció y envió un mensaje claro: “Nos mantendremos unidos como ciudad. No le daremos la espalda a nuestra comunidad”.
Niegan entrada a agentes migratorios
Este anuncio ocurre justo después de que los Dodgers impidieran el acceso al estadio a agentes federales de inmigración que intentaron ingresar antes del partido contra los Padres de San Diego. El equipo informó que los agentes del ICE llegaron al estacionamiento y pidieron entrar, pero se les negó el permiso.
Durante los últimos días, el silencio del equipo había sido duramente criticado, especialmente por el periodista Dylan Hernández, del Los Angeles Times, quien acusó a la franquicia de ser “ingrata e hipócrita” por no alzar la voz ante una situación que afecta a buena parte de su afición, mayoritariamente latina.
Kiké Hernández alza la voz
Quien sí se pronunció desde el inicio fue Kiké Hernández, jugador puertorriqueño de los Dodgers, quien usó su cuenta de Instagram para mostrar su indignación.
“Estoy triste y enfurecido por lo que está pasando en nuestro país. Este es mi hogar también y no puedo quedarme callado mientras se discrimina a nuestra gente”, escribió.
