Antes de su asunción, muchos veían en Enrique Peña Nieto un producto de la mercadotecnia: un político atractivo, casado con una actriz de telenovelas, que en realidad significaba un regreso de los “dinosaurios” a México. Medio año después, Peña Nieto, de 46 años, ha dado algunas sorpresas en esta nueva etapa en el poder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que había gobernado de 1929 a 2000 con un régimen de partido hegemónico y prácticas autoritarias.
Peña Nieto logró, en los seis meses transcurridos desde el 1 de diciembre, algo que no había ocurrido en mucho tiempo: que el gobierno y la oposición se unieran en una agenda de reformas, como la educativa, la de telecomunicaciones y la financiera, en el marco de un acuerdo de concertación llamado Pacto por México. “Peña Nieto llega básicamente prometiendo lo mismo que los dos gobiernos anteriores, nada más que él ha demostrado hasta ahora una habilidad que los anteriores no tenían, que es la habilidad de negociar, de conciliar”, dijo el economista y analista Jonathan Heath a la agencia dpa.
También para el director del Instituto México del Wilson Center de Washington, Duncan Wood, “hay una coordinación política con los partidos en el Pacto de México que no se ha visto en años en México”.
El nuevo gobierno dio, además, un golpe de efecto con la decisión de arrestar bajo cargos de corrupción a la líder sindical del magisterio Elba Esther Gordillo. Personaje hasta entonces intocable, Gordillo amenazaba con convertirse en una piedra en el zapato para la reforma educativa impulsada por Peña Nieto, y el presidente mandó la señal de que no iba a permitir obstáculos a su agenda reformista. Pero no todo le ha salido perfecto a Peña Nieto. Ha habido un crecimiento económico lento, la aparición de grupos de autodefensa en varios poblados, violentas protestas de maestros y tensiones con la oposición en el Pacto por México por supuesto manejo electoral de programas contra la pobreza.
En materia económica los indicadores han sido débiles, algo que especialistas atribuyen a una combinación de factores externos y desaceleración momentánea propia de un cambio de gobierno. El producto interior bruto creció apenas un 0,45 por ciento en el primer trimestre frente a los tres meses previos y la estimación de crecimiento para 2013 tuvo que rebajarse del 3,5 al 3,1 por ciento. En seguridad no se han visto grandes avances ni una estrategia clara, aunque el gobierno afirma que hubo una reducción del 17 por ciento en los asesinatos de grupos criminales en comparación con el último cuatrimestre del anterior presidente, Felipe Calderón.
Peña Nieto aún no creado la anunciada Gendarmería Nacional que asumirá la seguridad en carreteras, fronteras y zonas difíciles. En cambio puso en marcha un amplio programa nacional para la prevención del delito, eje de su política anticrimen, y dijo que se replanteará la Iniciativa Mérida, un plan de cooperación con Estados Unidos, para darle un enfoque de prevención más que militar. “Todavía faltan muchos detalles en cuanto a la estrategia.
Nadie duda que la idea es correcta, la visión está bien, pero ya muchos están esperando cuáles son los pormenores de la estrategia de seguridad”, dijo Wood a dpa. “Sabemos que es sobre prevención, reducción de violencia, y esta es una parte muy importante. Pero también queremos ver exactamente cómo van a disminuir la violencia, y realmente, después de seis meses de gobierno, ya es hora de poner más detalles en la mesa”.
Previo a los comicios regionales que se harán el 7 de julio en 14 estados, el ambiente político se ha complicado un poco para Peña Nieto.
La oposición denunció el uso electoral de programas sociales en estados gobernados por el PRI, algo que ha generado fricciones. “En los siguientes seis meses el reto principal de Peña Nieto va a ser tratar de mantener el Pacto por México funcionando”, consideró Heath. “Vienen dos reformas muy importantes, y quizás las dos más complicadas, la energética y la fiscal y si no se mantiene esa unidad del Pacto es muy difícil que esas reformas se puedan aprobar”.
Para Wood, los retos son seguir con la agenda de reformas y “asegurarse de que la economía crezca, reducir la violencia a niveles más aceptables para la sociedad y garantizar que haya empleo y prosperidad para la mayoría de la gente”.
http://www.sinembargo.mx/31-05-2013/637923