El futbolista Edoardo Bove, centrocampista de la Fiorentina, fue sometido a una intervención médica para implantarle un desfibrilador subcutáneo tras sufrir un paro cardíaco hace diez días durante un partido de la Serie A, según informaron medios italianos.
De acuerdo con La Gazzetta dello Sport y Sky Sport, la operación tuvo lugar en el hospital Careggi de Florencia, donde el jugador de 22 años permanecía hospitalizado desde el incidente. Este dispositivo, calificado como provisional, podría ser reemplazado en el futuro por uno definitivo o más ligero, señaló la prensa.
El suceso ocurrió el pasado 1 de diciembre en un enfrentamiento contra el Inter de Milán. Bove colapsó en el campo a los 16 minutos del juego, provocando gran preocupación entre compañeros y rivales. Las imágenes mostraron al futbolista sufriendo convulsiones antes de ser atendido de emergencia. Tras los primeros exámenes médicos, se descartaron daños severos en el sistema nervioso central y cardiorespiratorio.
Este caso recuerda al del internacional danés Christian Eriksen, quien también sufrió un paro cardíaco durante la Eurocopa 2021. Después de recibir un desfibrilador, Eriksen logró volver al fútbol profesional, aunque tuvo que abandonar el Inter de Milán debido a las normativas italianas que contraindican la práctica deportiva con este dispositivo. Posteriormente, Eriksen continuó su carrera en Inglaterra, primero con el Brentford y actualmente con el Manchester United.
El futuro deportivo de Bove aún es incierto, pero su situación plantea la posibilidad de seguir los pasos de Eriksen en un campeonato donde estas condiciones médicas sean compatibles con la actividad profesional.