El Radar
Por Jesús Aguilar
El reciente arresto de Ismael “Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo del conocido narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, por parte del FBI y HSI bajo la administración del Presidente Joe Biden, representa un momento crucial en la lucha contra el narcotráfico.
También redefine el contexto de la relación bilateral en uno de los temas más calientes del momento político de ambas naciones, el boom del Fentanilo y el costo en vidas en la población Estadounidense.
Estamos frente a un evento con profundas implicaciones tanto para la política interna de Estados Unidos como para la redefinición del trato con México, especialmente en el contexto de la campaña presidencial estadounidense y la transición política en México.
La lucha contra el narcotráfico, en particular el auge del fentanilo y las muertes relacionadas, se ha convertido en un tema central en el clima político de Estados Unidos. En un momento en que el país se dirige a las elecciones presidenciales de noviembre, la administración Biden ha estado bajo presión para mostrar resultados tangibles en su combate al narcotráfico.
La detención de Zambada y Guzmán López llega justo después de que el ex Presidente y actual candidato republicano, Donald Trump, acusara al gobierno de México de inacción frente a los cárteles. Este doble golpe refuerza la postura de Biden como un líder comprometido con la seguridad nacional y la salud pública, presentándose como un logro significativo en su administración.
Datos Duros
- Cifras del Narcotráfico: Según la DEA, más del 90% del fentanilo incautado en Estados Unidos proviene de México, un dato alarmante que subraya la magnitud del problema. En 2023, las muertes por sobredosis de fentanilo alcanzaron un récord de más de 100,000 en Estados Unidos, reflejando la urgencia de enfrentar esta crisis.
- Impacto Económico: El tráfico de drogas tiene un impacto económico significativo, con costos asociados a la salud pública, la aplicación de la ley y la pérdida de productividad que se estima en más de 1 billón de dólares anuales.
- Esfuerzos Bilaterales: La colaboración entre Estados Unidos y México en operaciones antinarcóticos ha sido constante, pero los resultados han sido mixtos. La detención de figuras de alto perfil como Zambada y Guzmán López muestra un nivel de cooperación más efectivo y una mayor presión sobre los cárteles.
Implicaciones para la Campaña Presidencial de Estados Unidos
La captura de estos líderes del narcotráfico se convierte en un argumento poderoso para la campaña demócrata, especialmente en temas de seguridad nacional y control de la frontera. Refuerza la imagen de Biden y su fórmula relevista como un gobierno que toma medidas decisivas contra el crimen organizado y protege a los ciudadanos estadounidenses.
Por otro lado, Kamala Harris, quien ha tomado un papel más prominente como centro de la campaña, puede utilizar este éxito para consolidar su posición y atraer votantes indecisos. Este evento también puede contrarrestar las críticas de los republicanos y demostrar que la administración demócrata es capaz de manejar la crisis del narcotráfico con mano firme.
Transición Política en México
En México, la captura de estos capos ocurre en un momento de transición política, con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) acercándose al final de su mandato y la llegada de Claudia Sheinbaum, la candidata del partido MORENA. - Desafíos para AMLO: La administración de López Obrador ha sido criticada por su enfoque de “abrazos, no balazos”, y la detención de Zambada y Guzmán López podría interpretarse como una respuesta a estas críticas. Sin embargo, también presenta el desafío de mantener la estabilidad y evitar represalias de los cárteles.
- Expectativas para Sheinbaum: Claudia Sheinbaum, quien se espera continúe con las políticas de AMLO, enfrentará la presión de demostrar un enfoque más efectivo y contundente contra el crimen organizado. La cooperación con Estados Unidos en este ámbito será crucial para su éxito y legitimidad.
- Aceptación de AMLO del tráfico mexicano de FENTANILO: Fue hasta marzo de este 2024 ya con las campañas presidenciales avanzadas cuando el Presidente López Obrador en una entrevista justamente con la cadena televisiva estadounidense CBS finalmente se desdijo, aceptando que en México se ha decomisado fentanilo producido de forma local y precursores químicos para su elaboración.
La detención de Ismael “Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López es un hito significativo en la lucha contra el narcotráfico. Para la administración Biden, representa una victoria estratégica que fortalece su campaña presidencial y responde a las críticas de los opositores. Para México, marca un punto de inflexión en la política de seguridad y plantea desafíos tanto para el gobierno saliente de AMLO como para la administración entrante de Sheinbaum.
Se vuelve a imponer la necesidad de una cooperación continua y efectiva entre ambos países para abordar el problema del narcotráfico de manera integral y sostenible y da esperanzas que un nuevo contexto de relación bilateral en el contexto de la lucha real contra los cárteles que tienen “tomados” estados y municipios enteros pueda dar un vuelco esperanzador, para la población mexicana que cada dia vive menos segura y para reducir los índices de consumo letal en los Estados Unidos.
Las autoridades del vecino país del norte tan solo estarían buscando embargar bienes al “Mayo” Zambada por 14 mil millones de dólares, sí, leyeron bien, 257 mil 600 millones de pesos que es así en frío un cuarto del presupuesto de egresos de la federación mexicana en 2024. De ese tamaño dejó este país crecer a quienes dice Trump, mandan… verdaderamente.