Al menos 25 militantes islámicos murieron tras varios bombardeos realizados por drones del ejército estadounidense en la provincia oriental de Nangarhar, reportó la Dirección Nacional de Seguridad (NDS) de Afganistán.
De acuerdo con la NDS, los ataques con aviones teledirigidos se produjeron durante una reunión de los rebeldes en el distrito de Deh Bala, fronterizo con Pakistán, uno de los nuevos bastiones de grupos afiliados al Estado Islámico.
Según Sediq Sediqi, portavoz de la NDS, no hubo daños a la población civil tras los ataques aéreos, reportó el canal afgano de noticias Tolo News.
Los bombardeos se produjeron un día después de que al menos 43 combatientes, entre militantes del Estado islámico y talibanes, fueron abatidos en un ataque de drones en los distritos de Haska Mina y Achin, de la provincia oriental de Nangarhar.
El supuesto jefe adjunto del yihadista Estado Islámico (EI) en Afganistán y Pakistán, Gul Zaman, murió en los ataques.
Según informes de prensa, las fuerzas extranjeras han incrementado los ataques aéreos en los últimos dos meses en Nangarhar ante la constante presencia de un gran número de militantes del Estado Islámico.
El gobierno de Afganistán emprendió la semana pasada una operación contra el EI, en una nueva estrategia de seguridad contra la formación islamista, además de continuar con el operativo contra los talibanes.
En las últimas semanas, decenas de insurgentes murieron o resultaron heridos en choques armados entre los talibanes y el EI por el control de varias áreas de la provincia de Nangarhar.
Fuente: El Heraldo