El antiguo kiosko de la Plaza de Armas y la historia de su llegada a Tampamolon Corona

En el centro de la Plaza de Armas de la capital potosina se colocó, en 1988, el que era en aquel entonces el imponente kiosko traído, según cuentan historiadores, desde Bélgica, con cientos de detalle en herrería dignos de un homenaje a la época.

Fue en 1948 cuando el gobernador en turno, el revolucionario Gonzalo de los Santos, determinó su remoción a su natal municipio: Tampamolon Corona, cuyo significado es “lugar de jabalíes”, quedando en su lugar el actual kiosko de cantera.

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Cronistas narran que el fervor del exmandatario era tanto que deseaba tener un símbolo de esta magnitud en su pueblo, por lo que el kiosko llegó a vestir la pequeña plaza del municipio huasteco.

El emblemático kiosko fue declarado hace un par de años como Patrimonio Histórico y Cultural del Estado, por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de San Luis Potosí.

Además, después de 74 años se inició una rehabilitación, ya que por el paso de los años se comenzaron a reflejar rupturas, desprendimientos y desgaste en cada parte del kiosko.

En entrevista, la alcaldesa de Tampamolon Corona, Silvia Medina Burñaga, detalló lo relevante de este elemento que se ha convertido como parte de la identidad de los tampamolonenses y que incluso, cuando De los Santos fue gobernador, colocó al sitio cerca de ser considerados como “capital del estado”.

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“Nuestro kiosko es uno de los símbolos más grandes que tenemos, por eso está justo al centro de nuestra plaza, nos recuerda nuestras raíces de grandes revolucionarios, como Pedro Antonio de los Santos y don Gonzalo de los Santos, y en esa época Tampamolon fue considerado también la capital del estado porque don Gonzalo trataba todos los asuntos desde este municipio”, explicó.

El rescate de este monumento histórico inició en el 2022 con una inversión superior al millón de pesos para la restauración en gran parte de los herrajes, pues el tiempo dejó huecos visibles a simple vista.

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La última etapa que será de poco más de 500 mil pesos, inició el pasado mes de enero y aún se trabaja en las escaleras y colocación de piso con figuras de flores y vegetales. El cronista municipal de Tampamolon, Gregorio Estrada, compartió que se hace el trabajo de forma minuciosa para obtener un resultado lo más cercano a lo que originalmente fue esta gran joya.

El Universal

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