EL ARCO DE LA INSEGURIDAD

DESTACADOS, OPINIÓN, RADAR

El Radar

Por Jesús Aguilar

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La inseguridad en México es un tema que ha cobrado especial relevancia en los últimos años, y San Luis Potosí no es la excepción. Con un aumento notable en los índices de criminalidad y el surgimiento de luchas territoriales entre células del crimen organizado, la situación en el estado ha comenzado a preocupar tanto a los ciudadanos como a las autoridades. Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) reflejan que, en los primeros meses de 2023, San Luis Potosí ha registrado un incremento del 25% en delitos de alto impacto en comparación con el año anterior. Este contexto ha llevado al gobernador Ricardo Gallardo Cardona a implementar una serie de medidas para fortalecer la seguridad.

Durante una reciente reunión del gabinete de seguridad, Gallardo anunció la instalación de 35 nuevos arcos de seguridad en puntos estratégicos del estado, una acción que tiene como objetivo primordial frenar la descomposición social y las luchas por el control territorial entre grupos delictivos. Estos arcos contarán con tecnología de monitoreo satelital y reconocimiento facial, herramientas que buscan identificar a personas vinculadas con actos delictivos. Esta tecnología no solo promete mejorar la vigilancia, sino también actuar como un disuasivo para aquellos que piensen en cometer delitos.

Uno de los puntos más críticos para la seguridad en San Luis Potosí es Matehuala, una región identificada como prioritaria dentro de la estrategia estatal. “Vamos a estar reconociendo delincuentes cuando crucen los arcos de seguridad entrando a San Luis”, afirmó Gallardo, enfatizando la importancia de contar con herramientas modernas para enfrentar una problemática que ha puesto en jaque a varias zonas del país.

Además de los arcos, el gobernador anunció la adquisición de un helicóptero adicional, sumando un total de cuatro aeronaves dedicadas a labores de vigilancia. Este enfoque aéreo, complementado con ocho drones de grado militar que comenzarán a operar en distintos sectores, representa un avance significativo en la estrategia de seguridad del estado. La combinación de vigilancia terrestre y aérea busca ofrecer una respuesta integral a la creciente inseguridad y permitir un patrullaje constante en puntos críticos.

Expertos en seguridad han expresado que estas medidas son un paso en la dirección correcta. Según el analista en temas de seguridad, Juan Carlos Ruiz, “la implementación de tecnología avanzada puede ser un factor decisivo en la lucha contra la delincuencia. Sin embargo, es esencial que estas inversiones vayan acompañadas de un fortalecimiento de las capacidades operativas de la policía y de un enfoque en la prevención del delito”. La estrategia del gobernador Gallardo parece ir más allá de simplemente enfrentar los síntomas de la inseguridad; busca establecer un sistema de vigilancia que permita una respuesta oportuna y efectiva ante fenómenos delictivos.

A pesar de las buenas intenciones y de las medidas anunciadas, la implementación efectiva de estas estrategias dependerá de varios factores. La coordinación entre diversas instituciones de seguridad, la capacitación de los cuerpos policiales y el compromiso continuo del gobierno estatal son elementos cruciales para garantizar que estas iniciativas no se queden solo en un discurso, sino que se traduzcan en resultados tangibles.

Además, es importante considerar la percepción de la ciudadanía. A medida que se implementen estas nuevas tecnologías de vigilancia, la confianza de los potosinos en sus autoridades debe ser cultivada. La participación comunitaria y el establecimiento de canales de comunicación entre los ciudadanos y las fuerzas de seguridad podrán contribuir a un ambiente más seguro y a la reconstrucción del tejido social que ha sido afectado por la violencia.

En conclusión, la lucha contra la inseguridad en San Luis Potosí es un desafío monumental que requiere un enfoque multidimensional. 

La iniciativa del gobernador Ricardo Gallardo de fortalecer la infraestructura de seguridad, mediante la instalación de arcos de seguridad y el uso de tecnología avanzada, es un paso alentador. Sin embargo, será fundamental que estas acciones se complementen con políticas de prevención y una atención integral a las causas que alimentan la delincuencia. Solo así, San Luis Potosí podrá aspirar a un futuro más seguro y alejado de la violencia que ha marcado su historia reciente. 

La vigilancia constante y la innovación tecnológica son herramientas poderosas, pero el verdadero cambio radicará en su aplicación efectiva y en la creación de un entorno donde la paz y la seguridad sean una realidad para todos los ciudadanos.

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