Javier Carranza, mejor conocido como El Costeño, ha forjado una carrera sólida en el terreno cómico, pero para esto tuvo que atravesar varios momentos difíciles, por ejemplo: cuando otro artista lo cacheteó por una broma.
Esta anécdota la contó el humorista en entrevista para el programa De primera mano, aunque primero habló de otro aspecto arduo que ha tenido que enfrentar: “De pronto quisieran verme en otros personajes, pero la gente a veces es complicada también. ¿Qué quiere la gente? Es difícil, tratar de complacerlos a todos es complicado”.
El Costeño dijo que actualmente “me resisto a cómo se manejan ahora las cosas, me resisto un poquito a la generación de cristal, a la generación de mazapán, que de todo se ofenden. Entonces, adecuar las cosas sin perder la esencia, eso es lo que me está costando un poquito de trabajo”.
Luego, habló de la ocasión que otro artista lo agredió por una broma: “Cuando empezaba esta carrera recibí una cachetada en un camerino, tendría como 17 años. Un artista de la vieja guardia en mi pueblo, Acapulco, me entró a cachetear porque había cotorreado a un señor que iba con una jovencita diciéndole ‘Qué bonita está su nieta’”.
“Ese artista me cacheteó y me dijo ‘La gente paga para reírse de ti, no paga para que te rías de ellos’”, agregó.
Desde entonces, para él “hay una complicidad con el público, hago escarnio de mí, se ríen de mí, de mi familia, y eso me permite después que nos riamos de todos”.
Por último, el comediante dijo: “La comedia surge de las tragedias”.
Milenio