El día que un ‘taxista’ casi retira a Julio César Chávez del boxeo

El gran campeón mexicano, Julio César Chávez, vivió un gran número de historias arriba del ring, sin embargo, una que lo dejó marcado fue aquella del ‘taxista’ que casi provoca su retiro del boxeo profesional el 5 de febrero de 1980, cuando apenas comenzaba su exitosa carrera dentro del deporte de los puños.

Debuté (como profesional) un 5 de febrero de 1980 allá en Culiacán (Sinaloa) contra Andrés Félix, era un peleador muy escurridizo, que tenía mucha experiencia, un ‘taxista’, de los tantos que me aventaron. Estuve a punto de retirarme, porque ese ‘taxista’ (Andrés Félix) me llevó a la distancia, lo noquee en el sexto round, pero me cansé tanto, me agoté tanto que dije ya no vuelvo a pelear, afortunadamente pararon la pelea y la gané, pero si hubiera perdido, me hubiera retirado”, comentó Julio César Chávez en entrevista para el canal de YouTube Un Round Más.

¿DE DÓNDE VIENE EL TÉRMINO ‘TAXISTA’ EN EL BOXEO?

El término ‘taxista’ dentro del mundo del pugilismo es peyorativo y se usa para referirse a un boxeador de bajo nivel, el encargado de acuñarlo fue Greg Haugen, precisamente antes de su pelea frente a Julio César Chávez en el Estadio Azteca, el peleador estadunidense comentó que el récor invicto del mexicano se debía a que había enfrentado a muchos ‘taxistas’.

Julio César Chávez mostrando su gran pegada.

Luego de ser derrotado por el César del boxeo en el Coloso de Santa Úrsula, Haugen se rindió ante la enorme calidad de Julio, aceptando posteriormente que “si Chávez había peleado contra ‘taxistas’, debieron ser unos ‘taxistas’ bastante duros”.

JULIO NO QUERÍA SER BOXEADOR

Además de rememorar su complicado debut como profesional, Julio César Chávez también manifestó que no quería ser boxeador, ya que sus hermanos mayores peleaban y los veía llegar a casa con las huellas de sus batallas, aunque tuvo que ponerse los guantes para mejorar la situación económica de su familia.

El boxeo no era mi pasión, tenía dos hermanos que peleaban, Rodolfo y Rafael, siempre llegaban a la casa todos golpeados e hinchados y la verdad yo no quería ser boxeador, a mí me gustaba más el futbol o el beisbol y era bueno, pero tuve que meterme al boxeo para sacar adelante a mi familia”, sentenció el César del pugilismo mexicano.

Excélsior

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