El dinero es más importante que los derechos humanos

DESDE LA MANO IZQUIERDA, OPINIÓN

Pero entendámoslo en su proporción más desmedida, tener riquezas o recursos de cualquier tipo que sostengan negocios multimillonarios, ostentar poder, es tenerlo sobre el futuro del mundo y el lugar de otros en él. De tal modo, las naciones y las empresas con estas características deciden, por eso Elon Musk perjudica impunemente el sistema internacional de prevención de meteoritos poniendo más satélites en la órbita espacial y Estados Unidos puede iniciar en cualquier momento su programa para disminuir los huracanes dejándonos sin sus beneficios a pesar de haber contribuido de modo entusiasta en el cambio climático.

Asimismo, vemos a los varones gobernantes sentados haciendo negocios con otros de Medio Oriente importando smisoginia, como sucede en España, donde se ha vuelto parte del cotidiano mirar a mujeres cubiertas con burka y sin reconocimiento a su condición humanabajo el ralo argumento del respeto a la cultura de esa región que defiende como legítima la compra de niñas para violarlas, la negación de educación y trabajo, el encarcelamiento y la lapidación. 

Además, atestiguamos la futilidad de entidades que concebíamos otrora fundamentales como la Organización de las Naciones Unidas que ha demostrado como nunca este año, tener una agenda encaminada a disminuir la condición de las mujeres en el mundo a un nivel accesorio y por consiguiente negociable a sus intereses. 

Lo primero que hizo la ONU este año, cuya misión es proteger los derechos humanos, fue nombrar por unanimidad a Arabia Saudita para presidir el 69º período de sesiones de la Comisión de la Organización de las Naciones Unidas sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW) en 2025 aunque ese país tenga a sus mujeres subyugadas, no pueden elegir como vestirse, ni elegir pareja ni casarse sin permiso, ni irse de una relación violenta (porque serían devueltas o encarceladas), ni defender sus derechos. 

Luego el pasado 21 de junio la ONU dio a conocer, en relación a los preparativos de la reunión en Doha sobre Afganistán entre los talibanes que están apoderados de ese país, los Estados miembros y otros interesados, la petición de una “mayor flexibilidad” por parte de la Representación Especial del Secretario General en su información al Consejo de Seguridad. 

Esa petición de laxitud se ha planteado en términos de “respetar la realidad política del país para que vaya confiando en el exterior” pero la realidad es que el Talibán no quiere hablar de nada relacionado a los derechos de las mujeres ni quiere a ninguna en la mesa y eso a la ONU le ha parecido un precio razonable. Recuerde el opio, los minerales y los intereses que tienen los Estados parte en ese país. 

De hecho, los talibanes ya habían enviado un “breve informe” sobre la situación de las mujeres en Afganistán por una solicitud hecha en enero por el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer que vigila la CEDAW, ¿Qué dijeron? 

“Está muy claro que el Emirato Islámico da prioridad a los principios de la Sharia islámica en todas sus decisiones, y la sharia islámica da la importancia y el mayor valor a las mujeres… Es posible que hayan ocurrido algunos incidentes en un nivel muy bajo, pero eso no significa que el Emirato Islámico no les prestó atención, más bien, el Emirato Islámico implementó plenamente el decreto de Amir-ul-Mominin para evitar este tipo de incidentes y que no se repitan. No es justo ni bueno que a pesar de la cantidad de logros del Emirato Islámico se le esté desafiando o culpando por no hacer nada. En los últimos 20 años, hubo muchos casos de mujeres que se suicidaron, pero por la gracia de Allah, no tenemos tales casos ahora. Esto en sí muestra una clara disminución en el porcentaje de violencia contra de las mujeres afganas y su mejor condición mental. se ha suspendido provisionalmente la educación de las niñas durante un breve período, en este corto tiempo de suspensión estamos trabajando en un plan integral para brindar mejores condiciones.”

Ante ello el Comité de CEDAW se ha conformado, emitiendo un acuse de recibido de un párrafo en el que indican que están preocupadas y comprometidas con seguir monitoreando. No cabe ninguna prisa, a ellas no las están vendiendo. 

Habría sido suficiente abrir un periódico, seguir las noticias de las voces cada día más ahogadas de las mujeres afganas para saber que los talibanes mienten, se prometió el respeto de todos sus derechos y en los hechos está la persecución de miles de ellas, como las severasrepresalias atravesadas en el caso de las juezas y abogadas que en su momento se hallaban investigándoles por sus crímenes, o verificar los reportes de la propia ONU y otras organizaciones que describen que el “breve momento” de un millón y medio de niñas sin acceder a laeducación lleva más de mil días, de los matrimonios forzados a los que se les ha sometido. 

Un reportaje publicado en el País que muestra fotografías con fuente de la UNICEF, usa el término “apartheid de género”, es erróneo, estamos ante un femigenocidio porque la segregación, el asesinato, la violencia sexual, las desapariciones, se reproducen de manera sistemática contra las mujeres, por el hecho de ser mujeres, y porque se niegan a conformarse con el bagaje de estereotipos de género que los talibanes imponen y salen a las calles arriesgando la vida, pero el dinero, para la ONU también, es más importante que los derechos humanos. 

Claudia Espinosa Almaguer

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