El que fuera secretario de Turismo de Jalisco –asesinado el 9 de marzo– tenía un emporio inmobiliario en el estado. Información en poder de Reporte Indigo revela además que sus negocios se expandieron a Texas, con un esquema similar al utilizado para lavado de dinero
Hasta la fecha poco se sabe sobre la muerte de Jesús Gallegos Álvarez, el secretario de Turismo de Jalisco que estuvo menos de 10 días en su cargo.
La versión oficial no ha variado mucho desde el día del asesinato, cuando se dijo que el incidente estaba relacionado con sus “actividades empresariales”, sin que se especificara a qué tipo de negocios se dedicaba.
Nueva información en poder de Reporte Indigo obliga a poner la lupa sobre el país del norte, donde Gallegos Álvarez vivió por varios años y logró desarrollar una serie de negocios de la construcción en plena crisis inmobiliaria de Estados Unidos.
Se trata de al menos 18 empresas de las cuales más de la mitad ya están dadas de baja, y que fueron creadas para realizar transacciones millonarias, en una actuación muy similar al lavado de dinero.
Y es que ahora se sabe que la Procuraduría General de Justicia de la República (PGR) investiga los negocios y las cuentas de Gallegos Álvarez en México.
Aunque por otro lado, la investigación de la Fiscalía General del Estado de Jalisco sobre el asesinato, parece no avanzar: Se lleva con tanto sigilo que hasta ha empezado a ser olvidada en los medios locales.
Luego de la muerte de Gallegos Álvarez, ningún priista jalisciense quiere ser relacionado con él.
Pero son varios los cercanos al gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, que en su momento tuvieron una relación de amistad con el abatido desarrollador.
Aunque busquen esconderla, varios fueron a su funeral, a dar el pésame a la familia.
Otros aparecen en eventos familiares en las páginas de sociales de periódicos de la ciudad de Guadalajara.
También los mismos que hoy encabezan el estado, tuvieron puestos claves en administraciones municipales donde otorgaron permisos de construcción a Gallegos Álvarez para desarrollar su emporio de torres, principalmente en Guadalajara y Puerto Vallarta.
El encargado del Turismo del estado fue asesinado el pasado 9 de marzo en una de las zonas más exclusivas de la ciudad, Puerta de Hierro, donde varios priistas jaliscienses poseen departamentos y el propio Gallegos tiene varios proyectos verticales como la torre de 23 pisos, Icon 23; la Torre de Hierro, donde se ubica una agencia de Ferrari; y la torre Titanium, entre otras.
En la lista de desarrollos que ofrecen las empresas inmobiliarias del abatido secretario de Estado de Aristóteles Sandoval, se encuentra Icon Vallarta, un complejo de tres torres donde el gobernador tiene un departamento de verano de un costo de alrededor de 5 millones de pesos.
También el expresidente del PRI y hoy diputado local Rafael González Pimienta, pero el de este cuesta cerca de 9 millones de pesos; su hijo Salvador González Reséndiz fue alcalde del puerto y es hoy administrador del gobernador.
En Deck 12, otro desarrollo en Puerto Vallarta con una arquitectura parecida a la de la Torre de Hierro, se dice que el exalcalde del destino turístico, tiene otro departamento de un precio similar.
El primer piso de ese edificio está ocupado por Casino Vallarta, un establecimiento que cuenta con los mismos permisos del Casino Royale.
Y aunque una vez se intentó clausurarlo por que incumplía con las normas de Protección Civil, se reabrió en cuestión de minutos a petición del director de seguridad del municipio, Silvestre Chávez García (véase El casino que no se puede cerrar de la edición 195 de Reporte Indigo).
Rafael González Pimienta –quién impulso la candidatura de Aristóteles desde el PRI Jalisco– y su hijo Salvador González Reséndiz, habrían recomendado al hoy abatido funcionario.
Y la lista de priistas jaliscienses que lo conocían es más larga, pues existen indicios de que más tricolores poseen lujosos apartamentos en desarrollos verticales, tanto en Vallarta como Guadalajara.
Quizá por eso, según fuentes cercanas al gabinete de Sandoval Díaz, hay temor entre varios de los jóvenes priistas que hoy encabezan la nueva administración.
Porque la realidad sobre el origen del dinero de sus prominentes negocios, lleva a una investigación hasta el otro lado de la frontera; y el resultado final podría conectar una serie de transacciones con un esquema muy similar al lavado de dinero.
Y es que, al igual que en Jalisco, en el estado de Texas, en Estados Unidos, el funcionario abatido construyó un amplio catálogo de desarrollos cimentados en empresas de dudosa procedencia, la mayoría de estas constituidas en los últimos cinco años.
Reporte Indigo tiene en su poder los registros de las compañías y algunas de sus transacciones que muestran un modus operandi muy similar al del lavado de dinero.
Algunas fueron constituidas solamente con el fin de realizar compra ventas millonarias, muchas de éstas pagadas en efectivo, según los documentos en poder de este medio.
En el estado fronterizo de Texas, durante su autoexilio, Gallegos Álvarez generó un emporio de negocios exitosos, justo en plena crisis inmobiliaria del país vecino.
Y realizó varias transacciones irregulares, que tienen toda la forma del blanqueo de fondos que realiza el crimen organizado.
Tal es el caso un desarrollo de más de 450 mil metros en la exclusiva zona residencial Woodlands en el condado de Montgomery, en Texas.
Este complejo habitacional, en menos de tres años pasó por tres diferentes dueños: el propio Gallegos Álvarez, Jegal, la empresa del mismo, y Congall, otra empresa a su nombre registrada en Tomball, Texas.
Esta última fue constituida a menos de un mes de realizado el contrato, en un movimiento muy similar al blanqueo de fondos.
http://www.reporteindigo.com/reporte/mexico/el-enlace-jalisco-texas