Con 8 años, Juan se ha convertido en el primer niño mexicano trans en recibir el acta de nacimiento que reconoce su cambio de género en Estados Unidos. Sin embargo, el camino no fue nada fácil para él y su familia.
La Jornada Maya relata que Juan tenía cuatro años cuando dijo que él no era una niña, pero junto a su familia se encontraron atrapados en medio de diversas circunstancias en su contra. Por un lado, son migrantes mexicanos viviendo en California, y por el otro la falta de visibilización de las infancias trans. Su familia tampoco contaba con la suficiente información para respaldarlo.
“Mi respuesta rápida fue decirle ‘no, mi amor, tú nunca vas a poder ser un niño’ y eso estalló su situación emocional”, recordó Grisel, la madre de Juan.
Posteriormente Grisel acudió con un psicólogo… que no estaba preparado para abordar su caso ni instruido sobre la teoría de género. “Teníamos sesiones en las que decía que había que negociar”, contó Grisel, así que Juan usaba vestidos “solo para darnos gusto”, dijo.
Así fue la vida de Juan durante dos años, bajo la insistencia de sus padres sin que cediera por un solo momento sobre su identidad. “Mamá, yo no soy una niña, yo soy un niño”, le volvió a recordar Juan cuando ya tenía 6 años. Para entonces el menor ya tenía pensamientos suicidas e incluso le suplicaba a Dios para que le cumpliera el deseo de ser niña. “Fue entonces de dejé de negociar con él”, explicó Grisel.
Grisel buscó ayuda de redes de apoyo y de instituciones como la PFLAG, la primera y una de las más grandes organizaciones de personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero y queer (LGBTQ+), que brinda apoyo confidencial entre pares, educación y defensa a las personas LGBTQ+, sus padres, familias y aliados, además de la Asociación por las Infancias Transgénero, y fue así como Juan comenzó a usar el nombre que él eligió y comenzó a desarrollar su identidad de género, como cuenta el diario La Jornada.
Aún hacía falta un trámite
En febrero pasado, la Secretaria de Relaciones Exteriores anunció que los consulados y las embajadas de México en finalmente comenzarían a expedir actas de nacimiento por reconocimiento de identidad de género. Hace una semanas Juan por fin recibió el documento que reconoce su identidad en Estados Unidos, de parte del Consulado de México en San Bernardino, California. Solo lloró de felicidad.
“Lo abracé, le dije que lo amaba y que sería la última vez que veía su viejo nombre que no lo identificaba”, contó su madre.
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