El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha acusado de los disturbios ocurridos durante los últimos días en varias ciudades del país a un abanico de culpables: a “elementos extremistas”, al Partido Republicano del Pueblo (CHP) (el principal de la oposición) y a las redes sociales. “Esa cosa que llaman redes sociales no es más que una fuente de problemas para la sociedad actual”, afirmó el domingo en un discurso televisado. Twitter, en especial, atrajo las iras del primer ministro. “Hay un problema que se llama Twitter”, declaró. “Allí se difunden mentiras absolutas”.
El enfado de Erdogan con las redes sociales está justificado. La protesta en contra del proyecto urbanístico que pretende arrasar con el parque Taksim Gezi se desarrolló en gran parte en internet. La asociación para salvar la zona verde cuenta con una página de Facebook y el hashtag #direngeziparkı (El parque Gezi resiste).
La radicalización de las protestas durante el fin de semana ha despertado aún más el uso de las redes sociales para hacer correr la voz. Gran parte de los trending topic globales de Twitter el sábado y el domingo han tenido relación con las protestas. El lunes, lemas como “mantengamos el sentido común” todavía están entre los más tuiteados. Figuras como el actor, presentador y fotógrafo Okan Bayülgen han ganado decenas de miles de seguidores en los últimos días por sus denuncias acerca de la represión policial y sus peticiones para que los medios turcos cubran con más detalle las manifestaciones.
A pesar de que la penetración de la telefonía móvil en Turquía es menor que en Egipto y Túnez, otros países donde las protestas populares se organizaron a través de las redes sociales (según los últimos datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, en Turquía hay 88 líneas de móvil por cada 100 habitantes, frente a las 101 de Egipto y las 117 de Túnez), los tuiteros turcos son especialmente activos a la hora de crear tendencias en la red social. La presencia turca en YouTube es menor, dado que la popular página está bloqueada desde hace añospor dar cabida a vídeos que vulneran la ley que impide “mancillar” el nombre del fundador de la Turquía moderna, Mustafá Kemal Atatürk.
Pese a la mala opinión que tiene el primer ministro turco de Twitter,según la página Socialbakers la cuenta de Twitter de Recep Tayyip Erdogan es la quinta más seguida entre los políticos del mundo, con más de 2.700.000 suscriptores. El presidente de la República de Turquía, Abdullah Gül, es aún más popular en la red social, con más de 3.100.000 seguidores. La cuenta de Erdogan se ha mostrado activa en los últimos días, hablando de los acontecimientos en Taksim y de su viaje al Magreb. Una de sus últimas publicaciones insiste: “Seguiremos adelante persiguiendo el bien del país”.
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