En redes sociales ganan terreno “postulaciones” de fauna de todo tipo para “ocupar” puestos de elección popular, en un fenómeno que comienza a preocupar a la autoridad
La política parece dirimirse ahora, en el imaginario colectivo electoral, entre maullidos, ladridos, rebuznidos y chillidos… Y lo que se acumule.
En redes sociales ganan terreno las “postulaciones” de gatos, perros, burros y ratas para “ocupar” puestos de elección popular, en un fenómeno que comienza a preocupar a las autoridades.
Aunque este tipo de expresiones en la historia electoral en el mundo no son nuevas, algunos electores, decepcionados de los políticos en México, aprovechan la coyuntura de crisis en sus regiones para encumbrar a personajes ficticios que no prometen nada que no puedan cumplir.
La historia se inició recientemente con el surgimiento del llamado “CandiGATO Morris, que ofrece “sacar a las ratas que acechan la alcaldía de Xalapa”, y para conseguirlo no ofrece otra cosa que según él no hagan sus “contendientes” políticos: “descansar y retozar”.
La candidatura de Morris, por supuesto, no tiene validez oficial. Lo que piden sus promotores, identificados como Sergio y Daniel, es que los electores escriban su nombre en la papeleta de votación, en lugar de marcar alguna de las opciones oficiales.
“Yo soy un gato y no hago mucho. Pero puedes usar tu voto por mí como protesta”, señala en su página de Facebook el “candiGATO”, que también tiene al menos dos cuentas en Twitter.
En respuesta natural al surgimiento del simpático minino siguió el picaresco brote de “Tita la CandiRata”, que entre sus postulados de “campaña” ofrece “queso para todos, (porque) no me gustan los gatos que quieren gobernar”.
“Tita” se ha enfrascado en un pleito casero con el “CandiGATO”, porque en todo esto, ha dicho en Twitter, ve “gato encerrado” y denuncia que se trata de “la misma gata, pero revolcada”.
En otras latitudes, sin que sea contrapeso al roedor y al minino, un perro también quiere su hueso.
Se trata de “Titán, el CANdidato”, que aspira a ser presidente municipal de la ciudad de Oaxaca porque es “el único que te confiesa que sí va por el hueso”.
En su eslogan de “campaña”, el canino aspirante “ladra” su optimismo: “Yes, we CAN!”.
Y en su página de Facebook publicó la leyenda: “Si lo políticos se burlan de nosotros diariamente y hacen un circo de nuestros impuestos… ¿Por qué no hacerles frente con un CANdidato honesto? Titán”.
Casi de manera simultánea, muy lejos de Oaxaca, un burro también se apuntó a la contienda municipal, pero en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Se trata del “Burro CHON”, para quien “es mejor un burro como presidente municipal, que un presidente burro”.
Sus creadores lo llamaron CHON para identificarlo con un principio de vida, según explicaron (CHON, unión de los símbolos químicos del carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno).
Y ante el “empoderamiento de la fauna”, los políticos han levantado ya la voz para descalificar este tipo de fenómenos sociales.
El priista Carlos Aceves, vocero del candidato de su partido a la alcaldía de Xalapa, ha dicho a medios nacionales no tener duda de que el surgimiento de “Morris” se trate de una contracampaña, “porque obviamente va en contra del gobierno municipal”.
“Como puntada está bien, pero es una falta de respeto a la gente”, ha declarado también Julen Rementería, vocero del Partido de Acción Nacional (PAN).
Algunos senadores, como el priista Omar Fayad, consideran también que se trata de una “campaña negra” para desprestigiar a los políticos, por lo que pide no medir con la misma vara a todos ellos.
Para el panista Javier Lozano Alarcón es una “vacilada, ocurrencia y estupidez” que se usen las redes sociales para este tipo de fines, pues según él es faltarle al respeto a los electores e insultar su inteligencia.
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