Alejandro Moreno Cárdenas, líder nacional del PRI, podrá mantenerse al mando del partido hasta 2032 gracias a una reciente reforma a los estatutos del partido. Esta modificación fue aprobada por más de tres mil militantes en la Asamblea Nacional número 24 del PRI, celebrada el 7 de julio. La reforma al artículo 178 de los estatutos permite que tanto “Alito” como Carolina Viggiano, secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional, y los líderes de los comités directivos estatales puedan ser elegidos hasta por tres periodos consecutivos.
Durante la asamblea, algunos militantes expresaron su descontento, argumentando que la convocatoria fue apresurada y no permitió una reflexión adecuada sobre la reciente elección federal del 2 de junio, que dejó al PRI como la tercera fuerza política. Sin embargo, Moreno y otros dirigentes defendieron el proceso, calificándolo de democrático y resultado de más de 500 asambleas municipales y 32 estatales.
La reforma permitirá a los actuales dirigentes participar en el próximo proceso de renovación ordinario. Este cambio garantiza que los líderes de los comités municipales y estatales, así como del Comité Nacional, puedan ser reelegidos por hasta tres periodos consecutivos, mientras que los comités municipales y de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México podrán ser electos por dos periodos consecutivos.
Alejandro Moreno, quien fue elegido para dirigir el PRI de 2019 a 2023, impulsó en 2022 cambios a los estatutos que le permitieron extender su gestión hasta agosto de 2023, esperando la elección federal. Con la nueva reforma, podría permanecer en el cargo hasta 2032, abriendo la posibilidad de ejercer dos periodos adicionales de cuatro años cada uno.
Gaspar Quintal, presidente de la Mesa de Estatutos y dirigente del PRI en Yucatán, defendió la reforma, asegurando que no se trata de una ampliación del mandato de Moreno, sino de permitir la reelección de los presidentes y secretarías generales de los comités. Quintal destacó que esto brinda la oportunidad de participar nuevamente en el proceso electoral, desestimando las críticas como intentos de desprestigiar al partido.
Durante la Asamblea Nacional, algunos militantes, como Alejandro Arévalo de la Ciudad de México, intentaron participar en el debate pero se sintieron excluidos. Arévalo expresó su preocupación por la falta de pluralidad en la dirigencia del partido y lamentó que la Asamblea no haya considerado todas las voces.
La reciente reforma es vista por algunos priistas como una oportunidad para modernizar y fortalecer el partido. Celia Sarabia, militante de Sinaloa, subrayó la importancia de capacitar a las mujeres en el partido y destacó que los recursos destinados a este fin deben utilizarse adecuadamente para fomentar la participación femenina en la política.
A pesar de las críticas y denuncias de exclusión, Moreno defendió el proceso de modificación de estatutos, asegurando que estuvo abierto a la militancia y que quienes quisieron expresarse lo hicieron en las asambleas municipales, estatales y en la Asamblea Nacional.
Sin embargo, desde la convocatoria al encuentro nacional, militantes y exdirigentes han denunciado la limitación de su participación para priorizar a personas cercanas a la dirigencia nacional. La debacle electoral del PRI, que comenzó durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, se ha agudizado bajo la dirigencia de Moreno, quien asumió el liderazgo en agosto de 2019.
A pesar de estos desafíos, “Alito” ha mantenido su posición al frente del partido y ahora tiene la oportunidad de postularse para seguir en el poder hasta 2032.