Un nuevo caso de violencia contra personas en situación de calle ha sacudido a Ciudad Valles. Un hombre mayor, conocido como “El Lobo” o “Lobito”, fue víctima de una agresión en la plaza del Adolescente Huasteco, donde le arrojaron agua hirviendo, según confirmó la Coordinación Municipal de Protección Civil.
Un acto de crueldad sin sentido
El teniente René Santos Larraga, titular de Protección Civil, señaló que se enteraron del ataque gracias a una denuncia ciudadana. Aunque la agresión ocurrió hace días, “El Lobito” no pudo ser localizado de inmediato, ya que se había desplazado de su lugar habitual debido al temor.
Cuando finalmente fue encontrado, presentaba quemaduras en la manga de su chamarra. Fue trasladado al sistema DIF, donde se le brindó atención médica y se descartaron lesiones graves. Además, se le ofreció un espacio en el albergue temporal del centro deportivo Manuel Gómez Morín, para protegerlo de futuros ataques y las bajas temperaturas.
Un patrón preocupante de agresiones
Este incidente no es aislado. En Ciudad Valles, se ha registrado un aumento en las agresiones contra personas en situación de calle, muchas veces perpetradas por individuos que consideran “divertido” lastimar a los más vulnerables. La Coordinación de Protección Civil anunció que revisará las cámaras de vigilancia en la zona para identificar a los responsables y presentarlos ante la justicia.
El teniente Santos Larraga también destacó la presencia de entre 20 y 30 personas en situación de calle cada noche, muchas provenientes de otros municipios e incluso países centroamericanos como Colombia. La corporación insta a la ciudadanía a reportar casos de indigencia al número 4813814707, para brindar atención y traslado a refugios seguros durante la temporada invernal.
Un llamado a la empatía y la acción
Más allá de la asistencia inmediata, este caso evidencia la urgente necesidad de reflexionar como sociedad sobre el trato hacia las personas sin hogar. Además de enfrentarse a las inclemencias del clima y el abandono, sufren actos de violencia que revelan una preocupante falta de empatía.
Es imperativo que las autoridades actúen con firmeza para castigar a los responsables de estas agresiones y que la comunidad asuma un papel activo en la protección de quienes, en su extrema vulnerabilidad, no tienen otra defensa.
