Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, compareció el pasado viernes en El Paso, Texas, después de haber sido detenido el jueves junto a Joaquín Guzmán López. Durante la audiencia, Zambada tuvo que usar una silla de ruedas debido a problemas de salud.
Ante la jueza Anne T. Berton, “El Mayo” se declaró no culpable de los cargos de narcotráfico y lavado de dinero. En un momento de la audiencia, la jueza preguntó al abogado Frank Perez si su cliente estaba bien, a lo que Perez respondió que Zambada podía permanecer de pie solo por unos minutos. La jueza sugirió mover la silla de ruedas al lado del podio para que Zambada pudiera sentarse y acercarse al micrófono.
La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) advirtió que “El Mayo” no goza de buena salud, lo que pone en duda el liderazgo de su facción del cártel. La DEA ha señalado en su evaluación anual que la salud física de Zambada está deteriorada.
Durante la comparecencia, Zambada confirmó su identidad y su abogado solicitó un momento para que el acusado pudiera sentarse. La jueza Berton indicó que no hay posibilidad de fijar una fianza para Zambada, quien continuará bajo custodia de las autoridades estadounidenses en El Paso.
El próximo 1 de agosto, Zambada deberá comparecer ante la jueza federal de distrito Kathleen Cardone, quien supervisará el caso en el tribunal federal de El Paso. Aunque se había programado una audiencia de lectura de cargos y detención para el 31 de julio, Zambada renunció a su derecho a comparecer y será representado por su abogado Frank A. Pérez.
El abogado de Zambada ha declarado que su cliente no se entregó voluntariamente, sino que fue entregado contra su voluntad. La fecha límite para buscar un arreglo y que Zambada se declare culpable es el 11 de septiembre.