
Carlos, Marta, Perla, Rutilo, entre otras personas, son parte de los 16 mil 860 habitantes de San Luis Potosí fallecidos en 2019, 9 mil 406 hombres y 7 mil 413 mujeres, principalmente por enfermedades del corazón, según información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De la totalidad de fallecimientos, la principal causa fue por enfermedades del corazón, que provocaron 3 mil 608.04 (21.4%); en segundo lugar, diabetes mellitus con 2 mil 225.52 (13.2 por ciento); y en tercer lugar, tumores con 2 mil 124.36, equivalente a 12,6 por ciento.
Le siguieron los accidentes con 994.74 muertes (5.9%); las enfermedades cerebrovasculares con 758.7 (4.5%); y las enfermedades del hígado con 758.7 (4.5%).
El informe del organismo estadístico, reporta que 11 mil 633,9 personas, es decir, 69% tenían 60 años y más; 4 mil 501.62, es decir, 26.7% tenían de 15 a 59 años; y 691.26, es decir, 4.1 por ciento tenían de 0 a 14 años.
A causa de la pandemia, el nuevo coronavirus superó en 2020 a las enfermedades del corazón, como el principal motivo de fallecimiento en la entidad potosina, informó en diciembre pasado la Secretaría de Salud de Gobierno del Estado (SSA).
En 2019, 50.2 horas fue el promedio de horas semanales que trabajó la población potosina de 12 y más años, 59.7 horas para las mujeres y 52.4 horas los varones, revela la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo (ENUT) 2019.
Mientras las potosinas promediaron 40.5 horas semanales dedicadas al trabajo no remunerado en el hogar, los potosinos solo invirtieron en promedio 15 horas semanales.
A su vez, la ciudadanía de 12 y más años promedió 8.1 horas semanales destinadas a actividades de convivencia familiar y social, 8.6 horas las mujeres y 7.4 horas los hombres, describe la ENUT.
LA BICI, REVALORADA EN PANDEMIA
Del 22 de marzo (un día antes del inicio de la Jornada Nacional de Sana Distancia) de 2020 al 6 de marzo de 2021, en San Luis Potosí se detectaron 22 mil 906 personas con diabetes mellitus, hipertensión arterial y obesidad, según información de la Dirección General de Epidemiología (DGE).
Es decir, desde el establecimiento del protocolo federalizado para evitar la propagación de la Covid-19 y hasta la referida fecha, las enfermedades crónico-degenerativas no dejaron de afectar a la población potosina,
La información del organismo dependiente de la Secretaría de Salud federal (SSA), desglosa que se ubicaron 28 casos de diabetes mellitus insulinodependiente (tipo I); y 5 mil 145 de diabetes mellitus no insulinodependiente (tipo II).
Así como 7 mil 754 residentes con hipertensión arterial y 9 mil 979 detecciones de personas con obesidad.
De acuerdo con el Comité Estatal para la Seguridad en Salud (CESS), tales morbilidades son factores de riesgo para que quienes se contagien con el virus SARS-Cov-2, causante de la Covid-19, agraven su estado de salud durante el desarrollo del padecimiento, inclusive fallezcan.
En lo que va de la pandemia, la entidad potosina contabiliza más de 5 mil habitantes fallecidos, de los cuales diabetes mellitus e hipertensión arterial son las principales comorbilidades que presentaban las víctimas, es decir, que agravaron la enfermedad.
Ante la propagación exponencial del SARS-Cov-2 y la imposibilidad de gran parte de sociedad de no poder llevar a cabo el aislamiento social, pues debe salir a laborar para obtener un ingreso para cubrir necesidades del sustento diario, ha cobrado relevancia incentivar el traslado en bicicleta para reducir contagios, toda vez que el transporte público es uno de los puntos donde más puede contraerse la enfermedad.
Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea que desplazarse de esa forma disminuye la posibilidad de contagio del nuevo coronavirus, en referencia con la movilización en traslado público.
Describe que es sostenible, sencillo, asequible, fiable, limpio, ecológico y un gran contribuyente a la gestión ambiental, benéfica para la salud de la población y en el contexto pandémico actual, “es el medio de transporte más seguro para evitar la transmisión”, recalca.
Matiza que, aunque se suscita una fase de aislamiento a una de distanciamiento, para retomar algunas actividades productivas y comerciales que requieren la movilidad de las personas, utilizar el biciclo es una prioridad.
Por lo tanto, las políticas públicas en los países deben garantizar la seguridad de los peatones y ciclistas; la definición de ciclovías, la ubicación de biciestacionamientos; y el impulso a escuelas y talleres de reparación.
Aduce que las instituciones públicas, privadas, organizaciones de la sociedad civil y la participación ciudadana, son esenciales para disminuir la positividad de la Covid-19, a través de medidas de higiene, distanciamiento físico y entre ellas, pedalear.
BIENESTAR CON UNAS PEDALEADAS.
Además de favorecer la salud física y mental, utilizar el medio ecológico previene el sedentarismo que constituye uno de los 4 factores de riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles (diabetes, hipertensión, obesidad, entre otras), recomienda la OMS como alternativa de movilización segura frente a la Covid-19.
Al respecto, Claudia Elena González Acevedo, profesora-investigadora de la Facultad de Enfermería y Nutrición de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), informa que al subir al vehículo se benefician los sistemas cardiovascular e inmunológico, además fortalecerse el dorso y las articulares.
Sin embargo, enfatiza la necesidad de llevar una alimentación completa y equilibrada; tomar tres o cinco comidas al día, si se añaden las colaciones; evitar lapsos prolongados de tiempo sin comer; iniciar las rutinas con 45 minutos a una hora; y comenzar la actividad al principio, por lo menos tres veces a la semana, después aumentarla y modificar el ritmo de la misma.
Por lo tanto, la combinación de todas las consideraciones y recomendaciones se traducirá en poder mantener un peso equilibrado y fortalecer el sistema inmunológico, precisa la doctora en Ciencias de la Enfermería.
González Acevedo argumenta que mantener una talla evitará la obesidad en niños y adultos, padecimiento que sitúa a México entre los países con mayor incidencia a nivel mundial, y lo convierte en un problema de salud pública.
Practicar el pedaleo a corta edad o de forma continua a lo largo de la vida servirá como una medida preventiva para reducir el riesgo de infarto, favorecer la circulación de la sangre y mejorar las posturas del cuerpo para no presentar contracturas.
Pero también optimizar los ritmos cardíacos, reducción de la hipertensión arterial; al fortificarse el sistema inmune, hay menos probabilidades de desarrollar células cancerígenas; segregación de endorfinas y serotoninas, hormonas de la felicidad y estado de ánimo tranquilo y relajado, respectivamente; y reducción de
la ansiedad.
“Estar haciéndolo en las vías públicas, sobre todo, ahora por la pandemia y no estar en lugares concurridos, ver el ejercicio como medio de transporte y evitar el sedentarismo y la obesidad, en cierta manera, también es otro de los beneficios”, exterioriza.
En ese tenor, Amado Nieto Caraveo, Jefe del Departamento de Salud Pública y Ciencias Médicas de la Facultad de Medicina de la UASLP, expone que cualquier actividad física brinda un beneficio en la salud, pero en el caso del biciclo aumenta el impacto favorable en el organismo humano.
Describe que al realizar ejercicio en la misma, se utilizan más componentes musculares que otras prácticas, favoreciendo la postura de la espalda y la masa muscular, factor muy importante en personas de edad avanzada.
El académico destaca que pedalear en la vía pública favorece de la salud de los ciclistas, pero hacerlo en un espacio cercano con la naturaleza o en la serranía, se obtiene un beneficio adicional consistente en control del estrés y relajación, que se traduce en mejorar la salud mental.
“Hay datos muy interesantes que te puedes encontrar de que en el mundo se incrementó 500 por ciento el uso de la bicicleta (…) sí ha habido un resurgimiento de la bicicleta. El nuestro es un estado privilegiado porque tenemos áreas para rutas; el Altiplano para distancias largas, dos sierras enormes y una ruta en la Huasteca”, valora el maestro en Ciencias en Investigación Clínica.
Además de ello, Miguel Alfonso León Ibarra, coordinador de la Licenciatura de Fisioterapia de la Universidad del Valle de México (UVM) campus Monterrey, precisa que pedalear conlleva a evitar el gasto cardíaco y generar fortalecimiento muscular en rodillas, parte del abdomen y la espalda.
Aunque no es la única forma de activarse físicamente, retirar la cobija del perro, remover la silla de ruedas abandonada y darle una ´manita de gato´ a la “baica” destartalada, puede ser un buen inicio para abandonar el sedentarismo y erradicar los fantasmas de los males degenerativos que rondan en los pasillos de los hogares potosinos…
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