El Mewing: Un fenómeno entre jóvenes que buscan cambiar su apariencia

La técnica del “mewing” ha ganado popularidad entre los jóvenes como un método para transformar la forma de la mandíbula y la cara. Nombrada en honor al ortodoncista británico John Mew, quien la introdujo en los años 70, esta práctica implica posicionar la lengua en el paladar de manera específica para influir en el desarrollo facial.

A pesar de sus raíces en la ortodoncia infantil, el mewing ha sido adoptado por una comunidad en línea que busca mejorar estéticamente su perfil facial. Consiste en alinear la mandíbula con los dientes inferiores justo detrás de los superiores, mientras se aplana la lengua contra el paladar. Según WebMed, la técnica propone incrementar gradualmente el tiempo de mantener esta posición para potenciales efectos.

Sin embargo, la Asociación Norteamericana de Ortóptica Facial indica que la ortotropía, subcampo del mewing, es más efectiva en niños de 5 a 10 años, con limitados resultados en adolescentes mayores. A pesar de la controversia, muchos continúan interesados en explorar sus posibles beneficios estéticos.

A pesar de no contar con respaldo científico sólido que avale su efectividad para modificar estructuras faciales, el mewing no se considera perjudicial en términos generales. Aun así, expertos advierten sobre el riesgo de alteraciones dentales al forzar la lengua en posiciones no naturales, lo que podría requerir tratamientos correctivos adicionales.

En resumen, mientras el mewing sigue siendo objeto de debate y experimentación entre los jóvenes, la comunidad científica sugiere cautela y consulta profesional antes de adoptar esta técnica como parte de un régimen de modificación estética facial.

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