El Monte de Piedad, con el prestigio en prenda… y un hampa inmobiliaria que toca San Luis.

El Radar

Por Jesús Aguilar

El Nacional Monte de Piedad (NMP) no es cualquier institución: lleva 250 años cumpliendo un mandato fundacional de apoyo a quien más lo necesita, a través de los préstamos prendarios que han sido, por generaciones, una tabla de salvación para millones de mexicanos. Hoy, la institución cuenta con más de 1.2 millones de clientes activos y realiza alrededor de 600 mil operaciones mensuales, de las cuales 2.4 millones son subsidiadas para personas no bancarizables.

Sin embargo, este gran legado está siendo puesto en riesgo por una crisis laboral que trasciende lo convencional. La huelga estallada por su sindicato no responde —como podría pensarse— a una disputa salarial o de prestaciones, sino a algo mucho más grave: la lucha por el control interno de las vacantes y plazas, al margen de la ley, y en medio de un entorno que poco favorece la transparencia.

¿Por qué estalló la huelga?

El ­sindicato se negó a cumplir con los acuerdos del convenio modificatorio firmado para concluir la huelga de 2024, y decidió obstaculizar el proceso de boletinaciones, mecanismo mediante el cual se asignaron cerca de 300 plazas a trabajadores que obtuvieron ascenso. Un día antes de que tomaran posesión, la dirigencia sindical estalló la huelga.
Esta conducta carece de sustento legal o contractual, ya que la discusión no gira en torno a salarios ni prestaciones, sino al control del “quién toma qué vacante”.

¿A quién afecta más?

Todos están en la mira:

  • Los trabajadores, que dejan de percibir salario y prestaciones.
  • La institución, que ve interrumpidas sus operaciones.
  • Y, sobre todo, la población más vulnerable, que depende de los servicios financieros del Monte, un actor social estratégico.

¿Qué está en juego además del conflicto visible?

Una reciente investigación periodística, retomada por medios como Forbes México, revela que la dirigencia sindical del NMP —encabezada por Arturo Zayún González— habría incurrido en operaciones financieras, inmobiliarias y sindicales con irregularidades graves. Entre los hallazgos más significativos:

  • Entre 2012 y 2025, Zayún habría adquirido al menos seis bienes inmueblescinco en San Luis Potosí y uno en Playa del Carmen, Quintana Roo — con un valor declarado de ≈ 13 millones de pesos, pero con un valor estimado real de más de 70 millones de pesos.
  • Ejemplo concreto: el 30 de marzo de 2012 adquirió un inmueble de 540 m² en San Luis Potosí, valor declarado 2.671.425 pesos, cuando su valor estimado rondaba entre 17 y 49 millones de pesos.
  • Otra operación: el 6 de enero de 2025 compró dos lotes de 410 m² en el fraccionamiento Villa Magna (SLP) por 1.824.000 pesos declarados, cuando peritos estiman su valor en aproximadamente 5.5 millones de pesos, es decir, más de cuatro veces lo declarado.
  • Se acusa también de pagos en efectivo, cheques sin crédito bancario, uso repetido de notarías específicas (21 y 23 de SLP), donaciones entre familiares y subvaluación de bienes, lo cual podría apuntar a simulación de compraventa y evasión fiscal.
  • En el ámbito sindical: el sindicato posee un “Centro Deportivo y Social Monte de Piedad” en CDMX que renta salones para eventos privados —mínimo 50 personas a 525 pesos por persona (incluye comida, DJ, decoración) — pagados únicamente en efectivo, sin registro claro ante el SAT ni rendición de cuentas visible.
  • Asimismo, hay denuncias de trabajadores que aseguran no existir claridad sobre el destino de las cuotas sindicales que mes a mes se les descuentan.
  • Estos datos revelan un escenario donde la huelga —a primera vista laboral— se inscribe en una lógica de poder y privilegio que afecta el funcionamiento de una institución cuyo fin es, precisamente, el servicio social.

¿Qué sigue y cuándo podría terminarse la huelga?

El proceso avanza: el Tribunal Laboral Federal de Asuntos Colectivos fijó los días 12, 13 y 14 de noviembre para una votación en 63 centros de votación distribuidos por todo el país.

  • Si gana el “NO” (a continuar con la huelga), el paro se terminará y los trabajadores regresan a laborar con salario y prestaciones.
  • Si gana el “SÍ”, la huelga podría prolongarse por meses.
  • En ninguno de los dos escenarios se cancelan las boletinaciones, pues los ascensos ya se consideran un derecho adquirido.

A un cuarto de milenio de su fundación, el Nacional Monte de Piedad se encuentra frente a uno de los retos más profundos de su historia moderna. Su relevancia social y su legado como institución de confianza para quienes menos tienen, no pueden quedar a merced de intereses sindicales que, lejos de representar a la base trabajadora, ponen en riesgo su propósito esencial: ayudar a quien lo necesita.

La huelga no solo paraliza servicios; revela un conflicto de fondo sobre quién manda dentro de la institución, quién dispone de los recursos y en qué condiciones. Y mientras una dirigencia sindical acumula bienes e influencia, la sociedad percibe una doble paradoja: una institución de ayuda que se detiene y un líder reivindicado en el discurso que acumula bienes fuera de toda explicación coherente.

Para la base trabajadora, para los usuarios y para el país, el valor del Monte no está únicamente en su historia, sino en su capacidad de operar con transparencia, con vocación social y con equidad. Si esos principios se fracturan, no solo se daña al Monte: se vulnera la red de contención que durante 250 años ha funcionado para millones de mexicanos.

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