“Este 2018 el PRD recibió los últimos golpes de los muchos que soportó tras la división de la izquierda provocada por la separación de López Obrador, el 9 de septiembre de 2012, para construir su nuevo partido y conseguir lo que finalmente logró este pasado 1 de julio”, explicó el partido en un boletín.
“Por 21 años gobernamos la capital del país como resultados indiscutibles en beneficio de millones de hombres y mujeres. Hicimos de la Ciudad de México la entidad más avanzada, progresista, libre, segura, preparada, productiva y con la mayor red de programas sociales de todo el país. La convertimos en el mejor lugar para vivir”, señaló el PRD en un comunicado que tuvo tufo de despedida.
El partido del “Sol Azteca” realizó un recorrido histórico. Recordó la victoria de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano frente al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 1997, e indicó que los votos que obtuvo Alejandra Barrales Magdaleno fueron una hazaña.
“Esta derrota tuvo múltiples componentes políticos y sociales, internos y externo al partido”, explicó y enumeró:
1. La fuerza y liderazgo de Andrés Manuel López Obrador.
“En una nación devastada por la desigualdad y la violencia, López Obrador con sus derrotas anteriores, pudo erguirse y mantenerse durante 12 años como un líder nacional con un supuesto discurso antisistema.
“Utilizó la fuerza política y territorial del PRD para extrapolarla a un nuevo movimiento que capitalizó el descontento y enojo de la ciudadanía hacia los tres partidos que gobernaban el país: PRI, PAN Y PRD.
“La inercia del voto para AMLO en la capital alcanzó para la gran mayoría de sus candidatos a diputados, alcaldes y a la jefatura de Gobierno, aunque cabe resaltar que hubo cientos de miles que, aún votando por López Obrador le dieron su voto y su confianza a Alejandra Barrales”.
2. Todos los partidos en el Gobierno sufireron un revés electoral de diferente magnitud y recibieron el voto de castigo de la ciudadanía.
“En ese contexto se dan los resultados electorales en la CdMx. El Gobierno de Miguel Ángel Mancera (primer Jefe de Gobierno no militante del PRD, respaldado por Marcelo Ebrard y López Obrador) también fue castigado por los capitalinos, quienes durante los últimos años de Gobierno le dieron una evaluación negativa especialmente en materia de seguridad, movilidad y desarrollo urbano, y por no haberlo percibido como un contrapeso del Gobierno priista de Peña Nieto. Ese voto de castigo lo pagó el PRD en las urnas)”.
3. Todo tiene un ciclo.
Tuvieron detractores, dijeron, que por conveniencia propia los intentaron destruir.
En los siguientes puntos explicaron que la descomposición interna como resultado de la rivalidad entre las diferentes corrientes y los cacicazgos en las delegaciones, también fue factor.
Además, recordaron el sismo del 19 de septiembre:
“A la fecha nadie puede negar que el gobierno de la CdMx fue el único de todo el país que tuvo una reacción institucional ante el sismo con una Ley de Reconstrucción, con una comisión especializada, con un fondo para desastres naturales que se previó y con un presupuesto de miles de millones de pesos que se etiquetó para la atención integral de damnificados.
“No obstante, el ambiente político minó todo ese trabajo…”.
Y finalizaron con el señalamiento a Andrés Manuel, quien fue su abanderado en 2006 y 2012:
“Este 2018 el PRD recibió los últimos golpes de los muchos que soportó tras la división de la izquierda provocada por la separación de López Obrador, el 9 de septiembre de 2012, para construir su nuevo partido y conseguir lo que finalmente logró este pasado 1 de julio.
“Hoy no sólo están con Morena la mayor parte de los ex perredistas, sino también una buena parte de los integrantes del Gobierno actual.
“Los mexicanos optaron por un nuevo partido hegemónico y no por un gobierno de coalición…”.
Fuente: Sin Embargo