La segunda fase de la Operación Pitiusa pone en la diana a empresarios y a más detectives y funcionarios
Espionaje “ingente” en las entrañas del Estado
Jaime Aguilera Carmona, nacido en Madrid en 1966, presidente de la importante empresa Unilever desde finales de 2009, está entre la treintena de detenidos o imputados en la tercera fase de Operación Pitiusa, que hace un año permitió desarticular una red de tráfico ilegal de datos, según han informado fuentes de la investigación. Otro de los arrestados es Eduard Garriga, director ejecutivo de gestión y estrategia de Barcelona Activa y anteriormente director gerente de Mutua Universal. También está entre los imputados Jorge Luis Colomar, detective e hijo de un famoso detective que años atrás resolvió un asesinato. Aparte de estas personas, la policía ha detenido a agentes del Cuerpo Nacional de Policía, guardias civiles y funcionarios de la Agencia Tributaria.
La redada ha comenzado a primera hora de hoy por todo el territorio español y se alargará hasta mañana. En total, se prevén 26 detenidos: diecinueve en Cataluña, cinco en Madrid, dos en Cantabria, uno en Aragón, dos en el País Vasco y dos en Andalucía. Entre estos, se encuentran tres guardias civiles (dos en Cantabria y uno en Jaén), un policía (Sevilla) y una funcionaria de la Agencia Tributaria (Madrid), según fuentes del caso.También han sido citados directivos de empresas y directores financieros, acusados de robar datos de empleados.
Hasta el momento se han detenido a 18 personas. Los investigadores les tomarán declaración y quedarán en libertad, acusados de revelación de secretos y en algunos casos de cohecho, a la espera de que les cite el juez, según esas mismas fuentes. La operación está siendo llevada a cabo por la Brigada de la Policía Judicial y la de Blanqueo de Capitales de Barcelona, junto a la la Comisaría General de Seguridad Ciudadana.
Los investigadores han analizado, en los últimos meses, el contenido de multitud de soportes informáticos que fueron incautados en los registros. Esa gran cantidad de material ha permitido sacar a la luz nuevas conexiones y nuevos nombres. Como en la primera fase, gran parte de los implicados son investigadores privados, aunque en esta ocasión también están en el punto de mira importantes empresarios que, supuestamente, investigaron a directivos y trabajadores con medios ilícitos.
La Unidad Territorial de Seguridad Privada de Barcelona inició en mayo pasado una redada que hasta el momento se ha saldado con la detención o imputación de unas 150 personas. El sumario del caso destapó una trama de compraventa de datos. Los detectives que se dedicaban a la venta masiva de esos datos tenían a sueldo a gran cantidad de colaboradores en todos los ámbitos, tanto públicos como privados: Hacienda, el INEM, Tráfico, la policía, además de entidades bancarias, operadoras de telefonía o compañías eléctricas, entre otros. Hasta hoy había un centenar de imputados en la causa.
Una de las piezas clave del entramado es el hacker Matías Bevilacqua, que había colaborado con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). El análisis de los ordenadores sacó a la luz un curioso nexo entre Pitiusa y el caso Nóos, por el que están imputados los duques de Palma, Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina. El abogado de Urdangarin, Mario Pascual Vives, había encargado al espía Bevilacqua un análisis de todos los correos electrónicos aparecidos en el caso Nóos.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/04/24/catalunya/1366791059_148463.html