A LO QUE TE TRUJE
Por Chencha
Desde hace varias semanas el Señor Francisco Parra Barbosa ha realizado una protesta en la entrada del edificio central de la U.A.S.L.P.
Demanda presuntamente despido injustificado, falta de respeto a sus derechos laborales y su reincorporación a las labores en la máxima casa de estudios.
Antena San Luis ha buscado si existe un procedimiento ante las autoridades laborales, pero no hay rastro.
La Universidad Autónoma de San Luis Potosí, al contrario ha establecido una postura sólida que vale la pena conocer sobre el tema, haciendo de conocimiento público que Francisco Parra Barbosa, tras no presentarse a laborar desde el pasado 25 de abril de 2022 y en la acumulación de reiteradas faltas administrativas perfectamente registradas en tiempo y forma ha perdido sus derechos.
Parra Barbosa estaba adscrito a la Defensoría de los Derechos Universitarios, ahí se le levantaron las actas respectivas y se solicitó a la División de Desarrollo Humano la suspensión de pago, por lo que, cerrado el mes de mayo del 2022, se presentó a la Oficina de Abogacía General para su terminación de la relación laboral.
Pero existe un historial abrumador que clarifica las formas y condiciones en las que Parra Barbosa cimenta un desafortunado antecedente y que también es necesario ponderar:
Parra Barbosa, quien se había desempeñado como Asistente de Funcionario en la entonces Dirección de Fortalecimiento Humano, que posteriormente se fusionó con la Defensoría de los Derechos Universitario, no se presentó a laborar en junio de 2020 por alegar situación de vulnerabilidad.
Un mes después, la UASLP recibió una denuncia por violencia de género por parte de la hermana de Francisco Parra Barbosa, también profesora de la institución educativa, cuyo expediente es concluido con responsabilidad en fecha 20 de noviembre de 2020.
Posteriormente, Francisco Parra fue puesto a disposición de la Jefatura de la División de Desarrollo Humano, del 1 de diciembre de 2020 al 24 de marzo de 2022, espacio institucional en donde físicamente se la asignó una oficina en la biblioteca de postgado de la cual continuamente se retiraba de sus labores sin cumplir horarios y condiciones.
En esa última fecha, el 24 de marzo de 2022, se le notifica reincorporarse a su horario normal en la Defensoría, sin embargo, Francisco Parra pide se le cambie de horario de 15:00 a 22:00 horas de lunes a viernes y sábados de 8:00-13:00 horas, a lo que la Defensoría manifiesta que no es funcional para las necesidades laborales de la oficina y le conminaron a arreglar su situación laboral.
Más adelante, el trabajador solicita un primer permiso para dicho fin del 23 al 31 de marzo del 2022, con fundamento en el artículo 12 del Reglamento respectivo; al no haber resuelto su situación, solicita un segundo periodo del 01 de abril al 08 de abril del 2022, con fundamento en el artículo 13º del Reglamento, una vez concluido inicia el periodo vacacional.
Al intentar pedir un nuevo permiso, ahora para concluir estudios, este se remite a la Secretaría General de la U.A.S.L.P., la cual determina que hubo varias omisiones:
Primero, no adjuntó medio o constancia que acredite que estaba en proceso de conclusión de estudios.
Segundo, que lo que solicita no es un permiso, sino una licencia, pues han sido agotados los permisos a los que tiene derecho un trabajador de la U.A.S.L.P.; la licencia se otorga para realizar estudios, no para la conclusión de ellos, y además la solicitud no se formalizó en tiempo.
Como resultado de la indagatoria institucional y periodística sobre la situación de Francisco Parra Barbosa, se ha clarificado además que tenía dos trabajos, uno en la Universidad y otro en la junta de conciliación y arbitraje.
La pregunta pertinente es, ¿Cómo con ese antecedente no pudo realizar una demanda en términos formales en su puntilloso caso?
Por otra parte, es determinante observar que con sus antecedentes como violentador de mujeres, la Universidad estaba obligada a negarle su permanencia en la institución.
La U.A.S.L.P. tiene un compromiso renovado de priorizar a víctimas y visibilizar esta clase de abusos, además de mantenerse apegada a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia; para un tipo que agredía arteramente a su propia hermana con quien compartía espacios laborales es completamente adecuado y comprensible que no exista ningún espacio.
En lo estrictamente concerniente al apego a los estatutos y normatividad vigente es importante recalcar que le le dieron dos permisos y un tercero (licencia) que era para hacer estudios de posgrado.
Francisco Parra no acreditó los estudios y en lugar de eso siguió trabajando en la junta de conciliación y arbitraje.
Finalmente, hay lazos de este personaje al descubierto que indican tiene una relación cercanísima con miembros del instigador sindicato minoritario de burócratas estatal liderado por Francisca Reséndiz, enemiga abierta del Gobernador Gallardo y quien ha querido a golpe de imposiciones inconsistentes imponer su agenda y condiciones en la burocracia estatal e incluso dentro de MORENA.
