El editorial de ANTENA SAN LUIS.
Dijo el político canadiense Lloyd Axworthy: “El agua se ha convertido en un recurso muy preciado. Hay lugares en los que un barril de agua cuesta más que un barril de petróleo.” En el San Luis de la era del “PotoSÍ” costará mucho más que una elección y pretenden no haberse dado cuenta.
Según un informe del año pasado de las Naciones Unidas, dos tercios de la población mundial se concentrará en áreas urbanas en 2050, con un notable incremento desde el 54 % actual.
Ante esta tendencia se hace imprescindible implementar una cultura “ecourbana” que empieza a ser incipiente en Latinoamérica, aunque la propensión principal sigue siendo construir ciudades con mucho cemento, con estructuras duras y muy poco adaptadas para el cambio climático.
San Luis Potosí, no está focalizado en la ecología urbana, la orientación es la voracidad económica del puñado de terratenientes que han explotado el poniente de la ciudad y que nos ponen como una ciudad, sin agua, ya en zonas con claros hacinamientos, desigualdades urbanas notabilísimas y una constante, la cementización de los pocos espacios que nos darían equilibrio natural.
Las herramientas que han usado de forma práctica y mediática los tenedores de las decisiones sobre la mancha urbana metropolitana en los últimos años es vendernos “oasis” en el desierto de sus corruptas decisiones.
Cerros pavimentados con desarrollos urbanísticos de “primera” que no atienden la verdadera primer necesidad de vida, el agua.
El caso emblemático es el de quien encabezando “el progreso” de los acomodaticios ocupantes de la zona dorada de “toda la vida” del poniente, acabaron haciendo de sus aguas un patrimonio mezquino y volátil.
Algunos dirán que “no hay chile que les embone” o quienes acudan a la sabiduría popular que recita “chato barato narices de gato”, pero lo cierto es que hoy la crisis acuifera se mide en metros cúbicos de vergüenza colectiva.
Lo único real es que el sentido común que nos debe invadir es que ningún gobernante ante una situación anticlimática transexenal debe hipotecar la vida de la población en centímetroscuadrados de cemento cuando deberían invertir héctareas cuadradas en fomentar el proceso de obtención del agua que necesitamos, demandamos y merecemos.
Por la gestión de Gallardo, el Presidente López Obrador ha dado lugar al tema en su mañanera esta semana comprometiéndose a pedir una revisión a la presa del Realito a la Conagua, nunca hemos visto consistencia en el gobierno cuatroteísta en su interés por los temas potosinos pero al menos su “aparente atención” calma la ansiedad, por otra parte Galindoha reclutado al prestigiado científico y académico potosino Fernando Díaz Barriga como parte de su plan emergente en la capital, las dos cosas son positivas, pero lo realmente trascendente sería anunciar juntos o separados un “cambio de planes” en la ejecución de sus multimillonarios presupuestos cambiando los objetivos de pavimentación por la preservación de los entornos naturales y la búsqueda, hallazgo y cuidado de fuentes provedoras de agua.
Cuando termine de estallar la crisis, les llegará el agua al cuello, y los sueños de perpetuación, reelección o futuros morirán por deshidratación.
RECADERO
El anuncio de una Asociación de Medios Digitales en el estado parece se cocinó como sopa fría en una olla exprés. Nadie ha anunciado su compromiso a mejorar contenidos, a verificar sus alcances y audiencias, a promover la inversión para ofrecer productos de calidad. Entre sus primeros integrantes hay talento, pero también preguntas que vale la pena responder para poder entender los verdaderos motivos de su explosiva membresía.
Leonel Serrato no solo es misógino, intolerante e incapaz de dialogar sin exabruptos ideológicos o mezquinos sino que también vende espejos como en el caso del programa gallardista “Mi pase” lleno de falencias y problemas reales. Sin duda, si todo lo anterior no ha sido suficiente, este sí será “su pase” de salida rumbo a la ignominia.