EL RADAR

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Por Jesús Aguilar – @jesusaguilarslp

Las Panayadas del PAN

El PAN, partido de la oposición actual que más simpatías presenta sigue extraviado a nivel nacional y muy probablemente en camino a extinguirse a nivel local.
Allá las cosas siguen igual, una camarilla de bribones ambiciosos sin resultados, acá el cuadro es muy similar. El fin de semana se acomodaron las piezas de su encerrona y resulta que los impresentables Ricardo Anaya y Marko Cortés y la ex reportera Lilly Téllez, entre otros personajes, integrarán la lista de los candidatos plurinominales al Senado de la República en las elecciones de 2024.

El ganón es evidentemente el presidente del PAN, Marko Cortés, quien ya ha estado dos veces en San Lázaro (2003-2006 y 2015-2018), y ya conoce también Reforma pues de 2006 a 2012, el paisano de Calderón fue ya senador.

A Ricky Rickín Canayín, el ex candidato presidencial Ricardo Anaya, aquel que perdiique perdió ante Andrés Manuel López Obrador, tendrá la posibilidad de regresar al país, en una posición en la que tendrá fuero.

Imagínense lo pobre que está la oposición del país que tienen que pagarle con una póliza senatorial a un “huido” de la justicia. Patético.

La repartición volvió a ser caprichosa, cero competitiva y burda. Se vendrán así también tiempos de masacres y carnicería en San Luis al definir quienes estarán en el Congreso y en las principales candidaturas, con la ventaja de que el único priísta realmente en forma y con poder de transitar y competir es Galindo y no está en la frecuencia del Priísmo Rochiano, si es que existe de forma real.

La única salida del PAN potosino para entender la ecuación y hacer un papel decoroso es llamar a la unidad y hacer un apercibimiento formal y frontal, haciendo un corte de caja real y olvidando rencores y rencillas, reestableciendo una empatía real con la ciudadanía que en buena medida los sigue viendo como opción. De seguir haciendo sumas sobre cero y multiplicando negativos las cosas serán aún peores, porque además cargan la pesada losa de no tener ya a ningún líder natural abierto, sus “liderazgos” son mezquinos apuntados grillosos, sanguijuelas cantamañas que nunca conectaron con la gente de forma real, o reconocen que la marca es más que todos juntos o están condenados a no sólo sucumbir, sino a hacer el peor ridículo de su corta vida política.

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