Por Jesús Aguilar
@jesusaguilarslp
EL NUEVO ROSAICELISMO
La traición en política decía Maquiavelo es el único acto de los hombres que repudiable y no justificable. “Los celos, la avidez, la crueldad, la envidia, el despotismo son explicables y hasta pueden ser perdonados, según las circunstancias; los traidores, en cambio, son los únicos seres que merecen siempre las torturas del infierno político, sin nada que pueda excusarlos”.
En MORENA, el contumáz traidor de los andares políticos, el señor Leonel Serrato Sánchez terminó de consumar uno de las más procaces daños auto-inflingidos de la vida pública reciente; ya que al engatuzar, tripular, montar y dominar al más destacado Morenista (hasta ahora) en el estado, Gabino Morales, desató la doble tragedia que los condena al espasmódico limbo de la intrascendencia, en términos Gabino-Leonelistas, vivirán en el limbo de una eterna “agusticidad”.
Las guerras intestinas en MORENA de San Luis Potosí hoy terminan por decantarse en un señalamiento tremendo a una de las figuras que más trabajó y construyó para el movimiento en el estado, Gabino, quién hoy atrapado en sus quereres Serratistas se aisla y consume sin las posibilidades que tuvo de ser quien debía ser por sí mismo, en la convicción de su trabajo y pensamiento. Otra vez Leonel logró convertir algo que parecía un buen viaje en una tragedia política personal.
La verdadera mandamás de MORENA en San Luis por nacencia e influencia es la poderosa Secretaria de Seguridad Pública Federal Rosa Icela Rodríguez, quien montó a su hermana en la posición de liderazgo local para iniciar una ruta diferente, el mensaje era claro: la línea está aquí.
El tenedor de la franquicia en San Luis en lo práctico y en el manejo de los recur$os inagotables destinados a los programas sociales fue Gabino, su leal compinche al menos en 3 de los últimos 5 años fue Serrato Sánchez; para su desgracia, la crónica de una tragedia anunciada en estos espacios, hoy el escenario cambió, y cambió por diferentes vías.
La distancia y erradicación de manejo jerárquico y respeto en el tablero potosino y la ausencia de un delicado trabajo político real en lo local donde el jefe es Gallardo fue un primer detonante, el segundo la intempestuosa figura de Leonel que al “someterse”, acumular “poder” en la férula Gallardista quiso darles una vez más atole con el dedo, hincado o de lado, pensando que también podría con sus formas y viperina lengua engatuzar, en un perverso juego de simulaciones a sus jefes Ricardo y Guadalupe a quien incluso arrodillado llegó a pedir perdón para que no lo separaran del volátil cargo de titular en la S.C.T.
El afan de protagonismo y mando de un hombre que no nació para tenerlo de manera íntegra y cuyo historial de maledicencias y traiciones, agresiones a mansalva y locura ha terminado afectando a todos los que lo rodean es claro, su rehén, desde hace mucho terminó siendo Morales Mendoza. Hoy la desgracia se acerca a su puerta, el banquito no los pudo sostener a los dos.
Un soldado encargado del cuartél a quien terminó manejando un advenedizo, el hombre que era la promesa nacida en una brigada de llevar un pensamiento a las alturas del ejercicio del gobierno, a aterrizar como líder, el proyecto de nación con el que se casó casi con la consciencia adulta está fracasando estrepitosamente.
En los momios de las apuestas, una candidatura de Gabino al Senado paga 25 a 1 a quien le ponga, la de Leonel a la alcaldía parece cercada y a punto de dinamitarse para siempre.
Hoy el feudo es RosaIcelista, punto. La primera gran acción del Rosaicelismo morenista saliente es la expulsión y degradado de Serrato, la seguna sería revisar los números de las carretadas de millones que manejó en su puesto federal donde no hay ni un peso bajo la lupa.
Hay nuevos tiempos, Guillermo Morales en la delegación del Bienestar es el punto y aparte en el manejo y la perspectiva, Carlos Arreola es el puntal de la apertura y la juventud también en el consejo político estatal vino-tinto.
El relevo parece claro en las prioridades y manejo del juego de quien por primera vez en la vida de MORENA tiene el sartén por el mango desde la cocina de Palacio Nacional, las hermanas Rodríguez Velázquez.
