El editorial de Antena.
EL TABLERO ARDE.
Por Jesús Aguilar
@jesusaguilarslp
Ayer se hizo oficial la lista de las entidades federativas del país y cómo quedarán siglados los partidos políticos del Frente opositor a MORENA en su integración de fórmulas al Senado en la elección del próximo 2 de junio.
En lo general el PAN y el PRI se repartieron casi equitativamente ser cabeza de las fórmulas para “asegurar” equilibradamente escaños (13 el PAN que fue quien postuló a Xóchitl y 14 el PRI), los estados gobernados por MC, Jalisco y Nuevo León son un volado, porque la segunda fuerza es MORENA. Las restantes solo 3 se fueron pintando del deslavado amarillo PRD. Solo en Guanajuato y Oaxaca no hubo acuerdos y cada quien irá con su cada cual.
Para la cámara de diputados registraron 253 candidaturas, al márgen de que hoy el partido fundado por Gómez Morín tiene prácticamente el doble de diputados que el PRI, para 2024 postularán casi en equilibrio, 98 distritos para el PAN y 96 para el tricolor. El PRD no quedó tan descobijado y podrá postular en 59 distritos.
La nota para los intereses locales es que en San Luis el acuerdo entre las cúpulas del PAN (Cortés) y PRI (Alito) en su ida y vuelta por el Senado cambiaría toda la dinámica que existía dentro de la oposición con su principal figura relegada, el alcalde capitalino Enrique Galindo, pues la primera fórmula la llevaría el PAN, prácticamente anticipando que está planchada para Xavier Azuara, uno de los campeones de Marko Cortés y franquicitiario de lo que queda del C.D.E. del blanquiazul.
Galindo en este escenario tendría que aspirar por la reeleccion en el ayuntamiento de San Luis corriendo el riesgo de que para esta posición, ni siquiera tenga respaldo del PAN, (que sigue haciendo cuentas chinas como si todavía tuviera una ascendencia alta entre los simpatizantes que subsisten), el clamor real es que aún todo es un volado porque nadie puede saber cómo se comportará Xóchitl en la verdadera campaña, donde hasta ahora ha sido francamente chabacana.
Todo parece indicar al golpear el tablero local, que este movimiento (que parece lógico en el entendido de la distancia que existe entre Azuara y Galindo y el repudio de Alito y Sara Rocha por el también policía al relacionarlo con el grupo de Osorio Chong, auto exiliados y en rebeldía del partido primero y expulsados después) el alcalde de la capital estaría obligado a “negociar” con las manos atadas y casi amordazado.
Sin embargo creemos firmemente que lo están subestimando.
Primero porque Galindo no es Xavier Nava a quien acorralaron y torcieron en el callejón de su propio ego y mala gestión en cobranzas políticas de efecto carambola en su intento de ser candidato del PAN a la gubernatura y luego la reelección, sin contar que la oferta para que Galindo se sume al verde no debe verse tan solo como un ejercicio retórico del Gobernador, el tablero político está ardiendo y las posibilidades aunque no lo crean pueden ser infinitas.
Lo que se puede anticipar de sostenerse este dato es que Gallardo, otra vez será el gran ganador, porque aunque pierda la capital (que puede ser una ecuación ya prevista) tendrá un control total de la política estatal, con una oposición expuesta, dividida y con personajes de poca experiencia en el gobierno municipal que servirían solo como cuñas ajenas para apaciguar los bríos sociales de resultados milagrosos de altas expectativas.
Galindo podría mantener sus veladoras prendidas rumbo al 27 en una diputación federal que puede ganar por la via de mayoría con o sin las siglas del PAN, y esperaría sin presión, pero también sin premio que las condiciones fueran óptimas para levantar la mano, ya sin Alito en el comité ejecutivo nacional de ser el candidato más fuerte para combatir a la Gallardía sin tanta presión y con resultados claros en su experiencia previa.
Ahora que las vibraciones del radio pasillo indican que otro escenario podría suceder, si Morena se empeña en poner candidatos en lo local por sí solos y Leonel Serrato salva la quema de su estela de agravios legales y públicos, Gallardo podría cambiar de opinión y mandar a pelear la capital a Guadalupe Torres para volver a ganar un territorio y darle más créditos rumbo a la guerra ya abierta por la sucesión.
Lo que ninguno de los actores políticos locales están viendo es que la consciencia electoral potosina y la condición multifactorial del próximo proceso hace todo impredecible menos la confusión, falta de apego, resultados y reacciones de los que por ahora levantan la mano.
Además, quien le va a explicar al súper desgastado ciudadano promedio quien es quien y porqué en unas boletas van juntos y en otros separados, la comunicación política hoy es un viacrucis del que no vemos a nadie resucitando.
Al tiempo.