El Radar de Antena

DESTACADOS, RADAR

Sigue la cuenta regresiva para que el próximo lunes se confirme la responsabilidad o inocencia del ex funcionario del DIF Estatal Carrerista Alejandro N, joven socialité que encumbrado por la cúpula Carrerista fue acusado de violación agravada contra un menor de edad, Brayan, bajo la custodia, del estado, es decir de todos.

Hay tristes versiones que esgrimen sus fatuos defensores que seguramente presos en la desesperación quieren vincular íntimamente a los principales tomadores de decisiones en un taburete de celos y venganza infames con el indiciado. Basura confeccionada en la más absurda desesperanza.
Mientras Bryan no recibe justicia, los argumentos que esgrimen la familia y allegados del vinculado a proceso parecen cortos en la hora definitiva de pedir contundencia de su inocencia, al tiempo que la defensa del menor titubea ante la amenaza de enfrentar al status quo que insiste en que todo es un complot armado desde quien sabe qué rincón de la imaginación de su lacerante miopía.
Como una respuesta colateral la presidenta del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Olga Regina García López en entrevista con Astrolabio, dio a conocer su exhorto a los jueces, especialmente al responsable de dirimir el próximo lunes 4 de julio el caso para que no campeara la impunidad.

Vale la pena decir que nuestra Antena nos pudo verificar que el juez asignado al caso se excusó de forma sospechosa, no podemos asegurar si por presiones o amenazas o por un acto vil de auto censura y protección que lo exhibe en la mezquindad del sistema que privilegia a los poderosos y no a las víctimas.
Hay voces que quieren acallar a los medios libres y comprometidos con la verdad como estos para socavar lo que existe, pruebas contundentes de este atroz crimen que cometió el propio estado y que ahora tiene la oportunidad de redimir.

En otro cuadrante del Radar, pero en el mismo parámetro encontramos la serie documental de Netflix Jimmy Savile: Una historia de terror británica que es cruda y reveladora. La forma en que narra, detalle a detalle, la forma en cómo un depredador sexual se ocultó a la vista pública. A lo largo de las dos partes del documental, el director Rowan Deacon logra diseccionar con cuidado, un suceso impensable que sacudió a un país. Pero también el horror de una serie de crímenes que se cometieron bajo la impunidad expedita de la fama y el reconocimiento.

Jimmy Savile, DJ y presentador televisivo convertido en ídolo de masas era el centro de la adoración pública británica. Amigo de buena parte de las figuras más reconocidas del país, se convirtió también en un símbolo de filantropía y bondad. Para cuando dos años después de su muerte sus crímenes se mostraron en todo su horror, Inglaterra entró en shock. No solo por la enormidad, crueldad y recurrencia de los abusos cometidos por Savile. Sino también porque los cometió gracias a la extravagante fama que le precedía y le protegía. ¿Les suena familiar?

CAMBIO Y FUERA

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