El PRI perdió estrepitosamente en la capital, Soledad, Tamazunchale, Valles, Rioverde, Matehuala, Villa de Reyes, cedió posiciones en el Congreso local y federal, por primera vez en la historia no tendrá un Senador, el gobierno federal Morenista no tiene interlocutores de nivel en San Luis y fuera de la CTM los sectores del antes llamado “el partidazo” no encuentran eco en lo que importa, lo electoral. Poderes fácticos como Antorcha terminaron con mayor músculo y pactaron con el mejor postor.
Mucho se ha especulado sobre las operaciones para beneficiar desde Palacio de Gobierno a unos u otros candidatos aún de signo distinto al del Gobernador, pero lo cierto es que el galimatías que se le presenta a Carreras es monumental, minoría en el Congreso para sus “años dorados” (se dice que el 4º y 5º años de una administración son los definitivos), pocos gestores capacitados para enfrentar desde la bancada del PRI o el Verde un empuje potencial exitoso para atraer inversiones, mínima presencia nacional en medios de comunicación que avalen la posición que presumen intramuros sobre la potencia del estado y una calificación general baja de sus gobernados.
Para los que especulan si este escenario es o no es una condición cuesta arriba habría que acudir a las confesiones que el propio ejecutivo estatal hizo a integrantes de la prensa más brava en las que fomentaba la auscultación de sus propias promesas de campaña para considerar que se han cumplido casi al 100% a menos de la mitad de sexenio.
¿Qué funciona tan bien adentro del Gobierno o qué lo hace tan mal en la percepción de la ciudadanía?
¿Prometieron poco? ¿O resolvieron mucho?
¿Cuánto es suficiente?
Por otra parte, en la condición eventual de que con el manejo Carrerista no belicoso y la aparente consideración general con la que ha tratado a propios y a extraños logre acomodarse bajo la férula de una relación al menos fluida con el nuevo gobierno municipal Neo Navista, pintado de azul con un twist de naranja que entra el primero de octubre, ¿qué clase de relación tendrá?
¿Subordinación explícita? ¿Negociación de rescate con miras al 2021?
¿Cómo resolverá finalmente el Dr. Carreras que en las carreras al 2021 están dos cuñados y uno es su principal alfil?
También es cierto que en la ventanilla de pago de reintegros a los cuadros que sacrificaron su capital político y consumada o incipiente imagen pública aún no tiene el letrero de abierto.
¿Qué pensarán a un mes de la elección los Arnulfos, las Cecilias, las Margaritas, los Malacaras o las Pilares?
¿En dónde habrá quedado el liderazgo político tricolor del Gobernador con el resultado anterior y por dónde podrán trazar una suerte de ruta de supervivencia cuando las cosas son prácticamente indefendibles?
El Gobernador tiene un escenario a modo a pesar de los pesares, tanto el presente y futuro inmediato de la Gallardía depende de su atingencia y atención, el PAN se desmoronó y su mayor triunfador es un potencial aliado, el PRI no hizo más de lo que se esperaba y no tiene más fortaleza que asirse a su mandato para transitar. Los Morenos locales pasarán facturas ajenas en una retórica que no contaminará la nacional, no tienen aún fuerza.
¿Cómo jugarán los Bautistas en lo federal y los Ochoas en lo local para afectar el escenario?
Los cálculos de Carreras son un campo minado de posibilidades, pero hoy a diferencia de en el principio de su periodo, no le debe nada a nadie.
Ahí está su inmensa área de oportunidad.
RECADERO
El que se acomoda como puntero para lograr la vicecoordinación de la bancada del PRD en San Lázaro es Ricardo Gallardo Cardona, no es una posición menor, en la actual legislatura la ocupó Guadalupe Acosta Naranjo y sirvió de plataforma para la creación y consolidación de la corriente de los Galileos. La reducción de la membresía entre una legislatura es importante, casi llegarán la mitad de los que fueron electos en 2015, pero es menor el daño que otras como la del PRI a la que si rasuraron con el hacha del mismísimo Odín…
La pugna interna por la renovación de la presidencia del PAN estatal se pinta de clásico contra millenial, por una parte está Jorge Lozano Soto punteando con la herencia y el peso que hereda del nombre de su padre y la tradición de su familia, además ligada históricamente al Navismo en resurrección y por otra el jovencísimo alcalde de San Ciro de Acosta, Salvador “Chava” Hernández uno de los “valores juveniles blanquiazul”, el primero tratará de renovar los esquemas que hicieron del partido una súper potencia en el estado, el segundo trae aires de renovación estructural… hagan sus apuestas.
Dificultades se perciben en el acomodo de los lugares a ocupar en el nuevo gabinete municipal, los compromisos de los partidos postulantes y una larguísima fila de “cepillados” de otros tiempos le genera a Nava Palacios un verdadero crucigrama en mandarín… La encrucijada será si hacer un grupo político para el futuro, o reclutar con tiento de head hunter para enderezar el barco en lo inmediato…
Como diría Peña ante el gasolinazo… ¿Ustedes qué harían?
