En el año de 1992 San Luis Potosí fue testigo del inicio de la consolidación de más de 30 años de lucha ciudadana por la democracia con la creación del Consejo Estatal Electoral –el primero de su tipo en todo el país-. San Luis Potosí caminaba hacia la construcción de un Estado democrático, con ciudadanos informados, participativos y comprometidos con la defensa de un derecho fundamental: el voto.
Encabezados por el Dr. Salvador Nava Martínez, durante más de 30 años, miles de potosinos se enfrentaron al PRI para acabar con la llamada “Dictadura perfecta” de ese partido político que se mantuvo en el poder durante más de 70 años gracias a los recurrentes fraudes electorales.
El año pasado el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (CEEPAC) cumplió dos décadas de existencia. Y, si bien, el organismo electoral ha sido cuestionado duramente por “hacerse de la vista gorda” cuando ocurren violaciones a la ley electoral durante los procesos electorales la causa de su inacción para sancionar estriba en los mismos violadores de la ley electoral; es decir, en los Partidos políticos. ¿Por qué viene esto a cuenta en un año no electoral en San Luis Potosí?
El pasado miércoles integrantes Partido Acción Nacional (PAN) presentaron, ante el pleno del Congreso de la Unión, una iniciativa para desaparecer el Instituto Federal Electoral (IFE) y crear un Instituto Nacional Electoral. Dicha iniciativa no es nueva, en el año 2007 el otrora diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Carlos Armando Biebrich, presentó una propuesta para desaparecer al IFE y a los Consejos Estatales Electorales con el objetivo de crear el Instituto Nacional Electoral.
De ésta manera, y con el pretexto del “adendum” que firmaron el PRI, PAN y PRD dentro del “Pacto por México”, el Partido Acción Nacional se prestó para ser el impulsor de una propuesta de reforma en materia electoral que, como dije en el párrafo anterior, tiene su origen en el PRI.
El llamado “Pacto por México” ha servido para que se presenten reformar en diversas materias en ambiente de armonía, o dicho de otro modo, el PRI logró someter a los distintos partidos políticos para desaparecer –casi en su totalidad- la oposición natural.
Uno de los argumentos que aducen los “Panistas tricolores” consiste en que la desaparición de los organismos electorales estatales y su concentración en uno nacional lograrían un ahorro significativo para el presupuesto nacional.
Otra razón, para eliminar de un plumazo las incipientes democracias estatales, dicen que para evitar que los Gobernadores no puedan intervenir en las elecciones locales. Si ellos saben que Gobernadores intervienen en elecciones ¿Dónde están las denuncias? ¿Cuántos Gobernadores se encuentran en la cárcel por meter las manos dentro de las elecciones locales? Yo no recuerdo a ninguno.
En éste punto llegamos a la falla de origen de los Consejos Estatales Electorales. Estas instituciones son victorias ciudadanas que se alcanzaron mediante largas luchas por la democracia, principalmente la lucha del pueblo potosino, y su objetivo fundamental – nada respetado en la actualidad- es que los ciudadanos sean los encargados de cuidar que los procesos electorales se lleven a cabo con transparencia, imparcialidad y legalidad.
¿Por qué desaparecerlas? Cuando dicen, quienes están a favor de la propuesta, que los Gobernadores se inmiscuyen en las elecciones a través de éstas instituciones tienen razón, y la tienen porque son precisamente los Partidos políticos quienes designan a los funcionarios de los Consejos Estatales Electorales a través del Congreso local –como el caso de San Luis Potosí-. Con esto quiero decir que es un ABSURDO –así con mayúsculas- que quienes originan el problema que provoca las fallas de las Instituciones Electorales sean los mismos que presenten la “solución”.
O dicho de otro modo: Los partidos políticos corrompen los Institutos electorales (locales y nacionales) designando funcionarios a modo para que respondan a sus intereses, luego, los partidos políticos presentan una iniciativa para terminar con las prácticas habituales que ellos reproducen y fomentan. ¿Ustedes les creen?
¿Para qué acabar con organismos estatales?
El PRI de ahora, que nada tiene de nuevo, se ha dedicado a centralizar el poder desde su regreso a los Pinos. De nuevo, el viejo dinosaurio busca controlar la función electoral, ese es el verdadero objetivo de la reforma. Si logran concretar la reforma la “democracia” mexicana sufrirá un retroceso inaceptable. La creación de un nuevo Instituto Nacional Electoral no es otra cosa que la centralización de la democracia, es el control de la democracia y será una sentencia de muerte para la democracia.
¿Quieren mejorar la democracia? ¿Quieren que los órganos electorales sean confiables? La solución es sencilla: Los Partidos políticos o poderes públicos deben dejar de intervenir en los procesos de selección de los funcionarios de los Consejos Estatales Electorales y del IFE.
¿Pacto por México? Pacten la no intervención, reformen los mecanismos de selección de funcionarios para que sean verdaderos ciudadanos comprometidos con la defensa del voto quienes se encarguen de hacer respetar sus decisiones y vigilen el cumplimiento puntual de la ley electoral y no marionetas que vigilan y protegen los intereses del Partido político al que le deben sus tres comidas al día.
El 18 de mayo es el aniversario luctuoso del Dr. Salvador Nava Martínez, la mejor manera de recordarlo y honrarlo es llevando a la práctica diaria su enseñanza de que más allá de los partidos políticos y las ideologías está la dignidad de los ciudadanos. Defender una institución que se creó con base en la dignidad de todo el pueblo potosino es la mejor manera de honrar al hombre que transformó la democracia en México. Luchar por la ciudadanización del IFE y el CEEPAC debe ser el siguiente paso.
Jaime Nava.
Twitter: @JaimeNavaN
