El Senado de la República aprobó una reforma histórica que otorga a los animales derechos constitucionales, asegurando su protección, bienestar y conservación. Esta medida, que marca un hito en la legislación mexicana, establece que el maltrato animal será prohibido y obliga al Estado a garantizar su trato adecuado.
La reforma subraya la importancia de inculcar desde la educación básica el respeto por los animales, buscando cultivar una cultura de empatía hacia ellos desde temprana edad. Además, la modificación a la Constitución faculta al Congreso de la Unión para crear leyes que promuevan la protección y el bienestar animal, abordando aspectos como el maltrato en la crianza y sacrificio de animales para consumo humano, y el uso de especies silvestres en espectáculos con fines comerciales.
Estados como Baja California, Chiapas, Oaxaca, y la Ciudad de México, entre otros, ya han ratificado esta reforma, que también establece directrices claras para la creación de una Ley General de Bienestar y Protección Animal, acorde con la naturaleza y necesidades de los animales.
