Más allá de los significados que en el futbol crea la Selección Mexicana, el poder de inversión económica que rodea su entorno la convierten en una fabrica de riqueza rentable. El respaldo de sus patrocinadores, que en promedio destinan 170 millones de dólares por cada ciclo mundialista (según datos de la Revista Forbes), no cambia siquiera por un rendimiento errátil como el de la actual eliminatoria rumbo al Mundial de Brasil 2014.
El Tri puede desgastar discursos o acumular derrotas en su rumbo, pero ni eso le quita un poco de ser un producto de alto consumo entre los mexicanos futboleros. Su propio alcance genera ingresos por 250 mdd en un lapso de cuatro años.
En cada una de sus categorías, las selecciones nacionales cuentan con 15 anunciantes divididos en dos categorías: Master y Asociados. Los primeros otorgan entre 20 a 30 mdd por fase mundialista y entre ellos puede encontrarse a Coca Cola, Banamex, Movistar y Adidas.
Entre los otros, aunque con menor financiamiento y tiempo de haber entrado se ubican Maseca, Ford, Gillette y Comex. Adidas, en tanto, juega un partido aparte, ya que destina alrededor de 80 mdd por el derecho de ser la marca que viste a la Selección Mexicana desde 2006 -después del Mundial de Alemania- y hasta Brasil 2014.
La lealtad que manifiestan las empresas patrocinadoras se ata al protagonismo que el Tri ha ganado a nivel internacional en juegos internacionales.
Desde 1994, la Selección ha pasado a la segunda ronda en todas las citas mundialistas que ha disputado. Sumado a los logros que la Sub 17 acumula tras ganar dos títulos del mundo y asegurar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres. El futbol, entonces, es aprovechado para posicionar y crear lazos entre las industrias comerciales y los fanáticos consumidores.
Hay privilegios que entre ellos se reparten para la explotación de la imagen del Tricolor. Los que cuentan con un acceso total son los Master, que poseen el derecho de utilizar prácticamente todo lo relacionado con el equipo. Mientras que los Asociados detentan la opción de usar el nombre, jugadores y determinado número de eventos por año.
Las compañías apuestan por el Tri entre el 10 y 20 por ciento de su presupuesto anual de publicidad. En el caso de Roshfrans, la proporción de su gasto es menor al rango ordinario.
Uno de los custodios tradicionales del conjunto mexicano es Coca Cola. Desde 1986, independientemente de los resultados deportivos, la industria refresquera encabeza el grupo Master con un contrato vigente de enero de 2011 al Mundial de Rusia 2018.
¿Por qué no existen cifras exactas de los ingresos que arropan a la Selección?, algunos especialistas lo confieren a las estrategias comerciales que se crean en el interior de los consorcios.
No obstante, como referentes y puntos de atracción en la venta de las playeras tricolores, la presencia de Javier Hernández, Giovani dos Santos y Andrés Guardado arrastra la distribución del producto millonario. Al final, son más los millones que quedan esparcidos, que los resultados logrados a nivel de selección mayor.
METODOLOGÍA:
Montos calculados con base en el ciclo mundialista de cuatro años entre Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. En la categoría Master se toma como promedio 20 millones de dólares (mdd), excepto en el caso de Adidas, que es el doble (40 mdd). En cuanto al rubro de asociados, se toma el promedio de cinco mdd por cuatro años. Algunas empresas tienen poco tiempo de haber entrado, o no completarán el ciclo de cuatro años, por lo que desembolsan menos, pero antes de ellas estuvieron otras en su lugar. En el caso de Interjet, Nature Nutrition y ADO, los montos son por intercambio de servicios. Estos cálculos son mínimos y se aproximan a las estimaciones de los entrevistados por Forbes.
http://www.excelsior.com.mx/adrenalina/2013/04/17/894384