La noche del 15 de septiembre de 2013 en Almoloya de Juárez, en un predio a un costado del penal federal de esa localidad, se realizó un baile con grupos de música grupera y regional, en donde el número estelar estuvo a cargo de Los Tucanes de Tijuana.
En esos momentos, la directora del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) era Marisa Quintanilla de la Garza, quien fue advertida de los posibles riesgos ante la realización del baile, que presuntamente fue patrocinado por Miguel Ángel Treviño Morales, alias El Z-40.
Fuentes a cargo de la administración del penal, cercanas a los hechos, explicaron a Excélsior los hechos que llevaron al cese de Quintanilla de la Garza y al nombramiento de Valentín Cárdenas Lerma como director del penal federal de donde se fugó Joaquín Guzmán Loera, el pasado 11 de julio.
Se detalló que incluso durante el baile, el espectáculo estuvo amenizado con luces láser se dibujaban en una pantalla la letra Z y el número 40, y en el penal se llegaron a escuchar los gritos con expresiones de agradecimiento al líder del grupo de Los Zetas.
Para ese 15 de septiembre de 2013, Quintanilla de la Garza era reconocida por su experiencia en el manejo de penales, y llevaba un par de años a cargo de la dirección del Cefereso número 1 Altiplano, ubicado en Almoloya de Juárez, Estado de México.
Al lugar comenzaron a ingresar los principales objetivos del crimen organizado que eran detenidos y consignados, como parte de una estrategia coordinada de combate al crimen organizado.
Llega el Z-40
Treviño Morales, El Z-40, considerado el líder del grupo de Los Zetas y uno de los criminales más peligrosos por autoridades de México y Estados Unidos, fue detenido la madrugada del 15 de julio de 2013, en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
La captura del capo se realizó en un camino de terracería a 27 kilómetros al suroeste de Nuevo Laredo, en un punto ubicado entre las bases navales de Anáhuac y Nuevo Laredo, de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar).
En esa ocasión se explicó que la detención de Treviño Morales fue el resultado de trabajos de investigación e inteligencia de la Semar, quienes ese mismo día ingresaron a las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la PGR.
Así, se trasladó al Cefereso 1 El Altiplano, en donde ingresó al Centro de Tratamientos Especiales del penal.
Las fuentes consultadas explicaron que, aunque atendió a las indicaciones del reglamento y se manifestaba con respeto, El Z-40 no dejó de tener una actitud “altanera y provocadora”.
Un ejemplo de esto fue que pese a que fue detenido en julio de 2013, fue hasta el 25 de mayo de 2014 cuando se confirmó el auto de formal prisión en su contra, diez meses después, debido a la serie de amparos que promovió su defensa.
Las fuentes consultadas, cercanas a la operación del penal de El Altiplano, explicaron que al llegar septiembre de 2013 y los festejos patrios, unos días antes del día 15 comenzaron a llegar tráileres cargados con equipos de sonido y luces, para ser instalados en un predio a una distancia considerable de las instalaciones penitenciarias.
El personal de seguridad del Cefereso reportó la situación, y desde la Comisión Nacional de Seguridad se le advirtió a la directora, Marisa Quintanilla de la Garza, que tenía que tomar las medidas para impedir el baile de música grupera.
Los reportes indicaban las versiones de que Treviño Morales era el patrocinador del espectáculo, por lo que representaría su empoderamiento entre los internos del penal.
Las fuentes explicaron que Quintanilla de Garza justificó que como el espectáculo se iba a realizar afuera de las instalaciones del penal, no era de su jurisdicción, y así se llevó a cabo.
Al día siguiente, se ordenó la destitución de Quintanilla de la Garza y se llamó a Cárdenas Lerma, quien estaba al frente del Cefereso 8 de Guasave, Sinaloa, para hacer un enroque en las direcciones.
Con información de: Excélsior