Morales Reyes acelera el paso ante preguntas sobre denuncias de abuso sexual.
Pese a que haber estado 13 años al frente de la Arquidiócesis de San Luis Potosí y que al menos desde 2004 conoció denuncias de abuso sexual donde se acusó al entonces apoderado legal, Eduardo Córdova Bautista, el segundo arzobispo emérito Luis Morales Reyes cortó tajante: “¡Yo no tengo que declarar nada!”.
El prelado acudió a la misa de cuerpo presente del sacerdote Francisco Javier Araiza Romo. Se le abordó para entrevista sobre las acusaciones del ex presbítero Eduardo Córdoba Bautista, prófugo desde 2014, sin embargo caminó más de prisa por el pasillo de la sacristía.
Se les preguntó si se siente sin cargo de conciencia sobre las acusaciones de encubrimiento planteadas por las víctimas de abuso sexual de Córdova Bautista. Contestó en tono de sorpresa: “Bueno, ¡yo no tengo que declarar nada!”.
Posteriormente al insistirle y preguntarle por qué no podía decir nada al respecto, así como caminar junto a él para escuchar su postura, se limitó a repetir un monosílabo: “!No¡…,¡no!…; ¡no!…”.
Bajo el argumento de no ser el arzobispo titular actual, el segundo prelado emérito consideró que las declaraciones en la materia “le tocan” a monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero. Morales Reyes estuvo liderando la Iglesia Católica Potosina de marzo de 1999 a mayo de 2012.
En base a información publicada en PULSO por la periodista Sanjuana Martínez en 2014, según documentos firmados por Morales Reyes, la jerarquía católica potosina y del Vaticano conocieron al menos desde 2004 de denuncias de abuso sexual del presunto delincuente eclesiástico.
De acuerdo a declaraciones del activista contra la pederastia clerical, Alberto Athié Gallo, el ex apoderado legal Eduardo Córdova habría abusado sexualmente de más de 100 menores de edad durante décadas de funciones religiosas.
Fuente: Pulso