La ex primera ministra británica, Margaret Thatcher, fue despedida con un emotivo adiós por miles de personas que llegaron desde temprana hora para ver el paso del cortejo fúnebre del Palacio de Westminster a la catedral de San Pablo.
Se estima que los funerales de Thatcher, cuyo cortejo estuvo custodiado por cuatro mil policías y quien fue despedida como Winston Churchill en 1965 y Lady Di en 1997, tuvieron un costo al erario de 10 millones de libras (equivalentes a 15 millones dedólares).
El ataúd de la Baronesa Thatcher arribó a la catedral de San Pablo en punto de las 11:00 hora local (10:00 GMT) cubierto con la bandera británica y una sencilla corona de flores blancas.
La reina Isabel II y su esposo, el príncipe Felipe, ataviados de negro como dicta la convención social, estuvieron presentes en la ceremonia a la que asistieron dos mil 300 invitados especiales, entre ellos, el primer ministro británico, David Cameron, y el líder de la oposición, Ed Miliband.
El servicio funeral estuvo a cargo del Decano de San Pablo, Reverendo David Ison, quien destacó las cualidades de Thatcher de “diligencia, dignidad y cortesía”.
La nieta de “Maggie” como cariñosamente le llaman, Amanda Thatcher de 19 años de edad, estuvo a cargo de la primera lectura, mientras que el primer ministro británico, David Cameron leyó la segunda lectura, tal y como lo pidió en vida Margaret Thatcher.
El obispo de Londres, Richard Chartres, dio el sermón donde recordó como Thatcher, la hija de un abarrotero, enfrentó todos los obstáculos de su tiempo para llegar a ser la primera mujer ministra de Gran Bretaña en 1979, en una época en que había discriminación contra las mujeres.
Thatcher pidió que el servicio estuviera enmarcado por música británica con composiciones de Henry Purcell, Elgar Edward y Ralph Vaughan Williams, así como poemas de Wordsworth y TS Eliot.
También hubo una selección de conocidos himnos, como “Sólo excelso amor divino” de Charles Wesley, lo que refleja la influencia de la educación metodista de Lady Thatcher.
La bendición final fue impartida por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, en una ceremonia de una hora de duración.
El cuerpo de Thatcher fue cremado en privado y la urna con sus cenizas serán depositadas junto a su esposo Sir Denis en el Hospital de pensionados de Chelsea de esta ciudad, donde Thatcher inauguró en 2009 una clínica que lleva su nombre.
Los funerales de Thatcher se distinguieron por la precisión militar en el horario, la tradición militar y religiosa, los coloridos trajes y sombreros castrenses, la música británica, y el orden público.
Como nos dijo Leslie, una ciudadana estadunidense que desde temprana hora salió a despedir a Thatcher “estoy aquí porque nadie hace eventos como los británicos”.
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