Con la reciente publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF) del decreto que reforma los artículos 132 y 133 de la Ley Federal del Trabajo, se dio inicio al plazo de 180 días para que los centros laborales implementen la Ley Silla, que garantiza el derecho de los trabajadores a contar con una silla con respaldo para descansar durante su jornada laboral de 8 horas.
Mientras el sector obrero celebra la medida como un avance en justicia laboral, representantes de la industria restaurantera, como Alejandro Espinosa Abaroa, presidente de Canirac, la califican de innecesaria. Espinosa afirmó que la mayoría de los negocios ya permiten descansos para sus empleados y señaló que la ley no impactará significativamente sus operaciones. Sin embargo, lamentó que los legisladores no prioricen otras iniciativas que impulsen la productividad y capacitación laboral.
Por otro lado, César Arturo Lara Rocha, secretario general de la CROM, destacó que la reforma es resultado de años de lucha obrera para mejorar las condiciones laborales, especialmente en sectores como comercio y servicios, donde era común castigar a quienes tomaban descansos. Subrayó que esta ley también aborda problemas de salud, como la lumbalgia, derivada de largas jornadas de pie.
Lara Rocha señaló que, aunque en la industria puede haber retos para implementar la medida, ya se realizan análisis ergonómicos para adaptar espacios laborales y garantizar el cumplimiento de la ley. Además, confió en que habrá acuerdos entre empresas y sindicatos para priorizar la salud y el bienestar de los trabajadores.