El número de civiles muertos a manos de las Fuerzas Armadas en diferentes operativos en el país no marca tendencia clara a la baja, pues en lo que va del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador suman 999, incluidos los cinco jóvenes abatidos en Nuevo Laredo, Tamaulipas, el pasado fin de semana.
Dicha cantidad se acerca a los mil 201 muertos en los primeros cuatro años del sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto y a los mil 141 ocurridos en el mismo periodo del exmandatario Felipe Calderón Hinojosa, de acuerdo con el Índice de letalidad de las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional elaborado por la propia Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
En 2020, el año del inicio de la pandemia por Covid-19, se registró la cifra más alta de civiles muertos en la administración de López Obrador, con 298; le siguen 2022, con 243; 2019, 234; 2021, 212, y 2023, con 12.
“Desde el año pasado se han incrementado los casos donde el Ejército, la Guardia Nacional o la Marina se han visto involucrados en asesinatos extrajudiciales, ya que lo que están haciendo las Fuerzas Armadas es ir a la ofensiva, enfrentar a los civiles, ya sean armados o desarmados, como fue lo de Nuevo Laredo”, consideró el consultor en seguridad David Saucedo.
Según el último reporte estadístico, presentado en enero, suman mil 584 agresiones contra el Ejército y la Guardia Nacional, con saldo de 994 civiles fallecidos, 253 heridos y mil 614 detenidos en diferentes hechos suscitados en el país.
En entrevista, Saucedo afirmó que al inicio del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador se logró reducir la tasa de letalidad de las Fuerzas Armadas en labores de seguridad pública, con la estrategia de “Abrazos, no balazos”.
Sin embargo, dijo, en el último año el gobierno federal dio un viraje en la estrategia de seguridad y comenzó a enfrentar a los grupos criminales y extraditar narcotraficantes a Estados Unidos, que empezaron a realizar actos de narcoterrorismo.
“Este viraje ha traído como consecuencia episodios tan lamentables como el de Nuevo Laredo, donde claramente el Ejército se extralimitó en el uso de la fuerza y ejecuta a cinco jóvenes”, detalló.
David Saucedo, especialista en seguridad pública, afirmó que mientras las Fuerzas Armadas continúen en tareas de seguridad pública en los estados con presencia de la delincuencia organizada seguirán sucediendo casos como el de Nuevo Laredo, que no ha sido el único en ese municipio fronterizo con Estados Unidos, con presencia del Cártel del Noreste.
En 2018, un enfrentamiento entre marinos e integrantes del Cártel del Noreste dejó como saldo tres civiles fallecidos, identificados como Nellely Aidé Ruiz, de 28 años, y sus dos hijas de cuatro y cinco años.
“Mientras haya elementos del Ejército en dichas labores seguirá habiendo esta interacción o roce con ciudadanos y eventualmente se seguirán dando estos episodios en las calles, realizando este tipo de operativos policiacos, y se van a presentar abusos, atropellos y excesos”, indicó.
El consultor en seguridad y Fuerzas Armadas Alexei Chávez dijo que espera que la Sedena utilice lo sucedido en Nuevo Laredo como un parteaguas para redefinir sus protocolos de actuación y retomar la confianza de la ciudadanía.
“La labor de apoyo del Ejército en seguridad pública no va a desaparecer con esta administración y muy probablemente va a seguir con la que viene porque no tenemos las policías necesarias en cantidad, equipamiento y en preparación que puedan enfrentar exitosamente al crimen organizado, por lo que la Secretaría de la Defensa debe mejorar sus protocolos de actuación”.
Al igual que Saucedo, Alexei Chávez señaló que el número de civiles fallecidos podría ir en aumento derivado de una mayor interacción de las Fuerzas Armadas con los ciudadanos y con el crimen organizado durante sus operaciones de apoyo a la seguridad pública.
“Es imposible que estos números disminuyan si estamos disponiendo de más elementos en las calles del país a los que les estamos encargando funciones policiales. Mientras más dependamos de las Fuerzas Armadas se podrán presentar más casos como el Nuevo Laredo”, expuso.
El Universal