En Acapulco, la pesca es el último recurso: “Del turismo ya no vivimos”

Tras el paso de huracanes como Otis, John y recientemente Erick, pescadores y habitantes de la Costa Chica de Guerrero aseguran que su única forma de subsistir hoy en día es el mar. El turismo, que antes representaba su principal ingreso, ha desaparecido.

Fernando Marcial, pescador de la colonia Solidaridad, recuerda cómo el huracán Otis destruyó su casa y su equipo de pesca. Aunque en su momento recibió apoyo del gobierno, con despensas y enseres domésticos, afirma que los ciclones no dan tregua. Hoy enfrenta una nueva crisis: las lluvias de Erick impidieron que saliera a pescar por días, cortando su ingreso.

“Vamos sobreviviendo de la pesca, porque del turismo ya nada”, dice, mientras arregla su lancha en la Playa Hornitos. La esperanza se mantiene viva entre redes y olas, aunque los fenómenos naturales siguen complicando la actividad pesquera.

La Bocana, una playa que pasó del turismo al abandono

En Marquelia, playa La Bocana era antes un punto de encuentro turístico con restaurantes, hamacas y recorridos en kayak. Hoy, tras el embate del huracán Erick, solo quedan restos: madera derribada, cocinas destruidas y un panorama desolador. Más de 30 negocios fueron arrasados y unas 200 familias quedaron sin ingresos.

Salomón Hernández, restaurantero de la zona, lamenta cómo los huracanes han alejado a los visitantes. “Aquí solo se trabajaba por temporadas, pero con esto del clima ya no viene nadie”, comenta.

Tragedia en San Marcos: un niño de un año, la víctima del huracán

En la comunidad de San Marcos, el huracán Erick cobró la vida del pequeño Ismael Morales Ramírez, de tan solo un año. Su madre intentó cruzar un río crecido por las lluvias, pero la corriente se lo arrebató. Su cuerpo fue encontrado horas después. La familia vive en condiciones de extrema pobreza y, hasta el momento, no ha recibido apoyo de autoridades.

Daños severos, ayuda escasa

De acuerdo con reportes oficiales, el huracán Erick dejó más de mil viviendas afectadas, puentes colapsados y caminos cerrados. Pese a esto, muchas comunidades como La Bocana o San Marcos siguen esperando una respuesta del gobierno.

En sus palabras, Hilda Guerrero, viuda de un pescador, lanza un llamado: “Le pedimos a la gobernadora Evelyn Salgado y a la presidenta Claudia Sheinbaum que tengan compasión con nosotros. Estamos sufriendo, y lo que viene será aún más difícil”.

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