El tortuoso interrogatorio al que son sometidos los policías de manera periódica, como parte de los exámenes de control y confianza, le produjo un derrame cerebral al agente Alejandro Puente Hernández, de apenas 36 años de edad, quien desde hace poco más de un mes permanece internado en un hospital público.
Graciela Hernández Esparza, mamá de Alejandro comentó que desde pequeño su hijo manifestó su deseo de ser oficial y que a la edad de 20 años, con la necesidad de trabajar porque “su esposa estaba embarazada”, ingresó a la Dirección de Seguridad Pública del Estado.
Precisó que el pasado 13 de junio, Alejandro se desvaneció en el momento que se disponía a salir de su casa para trasladarse a su trabajo. Sus tres hijos se asustaron al verlo en el piso, con la mirada perdida y convulsionando; salieron gritando que su papá estaba muerto y los vecinos lo auxiliaron.
Recordó que los días 10 y 11 del mes anterior le fueron aplicadas a su hijo las evaluaciones de control y confianza en la ciudad de México y que el 12 acudió a la casa de sus padres. “Nos fue a visitar; ese día se despidió muy bien”, comentó compungida por las circunstancias de su descendiente.
Aquel día ella notó un marcado estrés en Alejandro, quien incluso le manifestó su preocupación por la incertidumbre de los resultados de la evaluación y por ende su futuro en la corporación.
Ese día “le pregunté que como le había ido en México y me dijo: “Me torturaron mucho”. Le preguntaron que a qué se dedicaba, qué fumaba y tomaba y que para qué cartel trabajaba”, recordó.
Me contó, añadió la mamá, que lo pusieron a trabajar allá y que varias veces lo interrogaron como si fuese delincuente. “Yo digo que de allí le vino el derrame cerebral, además de que andaba preocupado porque es obseso y traían que por eso lo iban a correr”.
Sostuvo que Alejandro tiene a su esposa y tres hijos, desamparados por las autoridades estatales. “Nada más sus compañeros lo han apoyado, pues han estado cooperando entre ellos y le han traído el dinero que recaban”, resaltó la postura solidaria de los agentes estatales.
A raíz de que los médicos les han dicho que están por darlo de alta, la esposa de Alejandro se dedicó a obtener una cama de hospital y un colchón especial, “que no ha podido conseguir”
Dijo que los médicos les dijeron que este martes sería dado de alta, pero le dio fiebre porque le adaptaron un aparato especial para comer.
- ¿Ustedes que pedirían para su hijo y a quién?
- Todo esto es culpa del Gobierno y al Presidente de la Republica le pedimos ayuda.
Porque la situación patrimonial de Alejandro se complicó a causa de las inundaciones originadas por las lluvias registradas durante los últimos meses, pues perdió todos sus muebles de la casa que habita en una populosa colonia del oriente de la ciudad.
Finalmente considero de suma importancia que a su hijo o nuera le hagan saber los resultados de los exámenes, “porque nos tienen que explicar porque fue torturado con las preguntas que le hicieron”.
Para finalizar, cabe señalar que el único aliciente para esposa, hijos, papas y familiares es que Alejandro no pierde el optimismo, pues cada que galenos o enfermeras llegan, tras el saludo le hacen la pregunta tradicional: “¿Cómo está?”. En respuesta levanta su mano para mostrarles su dedo pulgar.
Fuente: Astrolabio