Por la forma en que fue cometido este bestial crimen, los encargados de las investigaciones de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, presumen que se debe a una venganza y, quien cometió este asesinato era conocido o conocidos de la ahora occisa, debido a que no se encontraron forzaduras en chapas de puertas y ventanas.
Como parte de las investigaciones, agentes de la Policía de Investigación interrogan a vecinos y conocidos de la señora que fue identificada con el nombre de Mireya “N”, de 64 años de edad, a fin de obtener información que los lleve a localizar y detener al o los responsables.
Fue alrededor de las 11:00 horas de este miércoles cuando fue descubierto el cadáver de la señora Mireya en un charco de sangre en una de las habitaciones de su domicilio localizado en la calle de Reforma número 311, edificio E, departamento 5, Alcaldía Iztapalapa.
De acuerdo a las primeras investigaciones, desde las 8:30 horas del pasado martes, la señora Mireya ya no respondió los mensajes de WhatsApp de su teléfono celular.
Ello, trajo como consecuencia que uno de sus familiares este miércoles acudiera al domicilio de la señora Mireya. Terrible sorpresa se llevó cuando al ingresar descubrió el cuerpo bañado en sangre y sin vida en la estancia de cocina y comedor.
El cuerpo estaba boca arriba y presentaba bañado en sangre, además de que presentaba lesiones ocasionadas por golpes y tenía clavado un cuchillo con mango de madera en el ojo izquierdo.
Durante la inspección ocular, los investigadores de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México descubrieron que toda esa área había manchas de sangre, además de evidencias de que el cuerpo había sido arrastrado.
Sobre un mueble se hallaba un teléfono alámbrico con pantalla descolgado y en uno de los pasillos de piso de madera estaban marcadas con sangre las figuras de la planta de calzado del o los homicidas, evidencias que fueron tomadas por los investigadores de la Coordinación General de Servicios Periciales.
Además, un refrigerador de doble puerta color gris, estaba manchado de sangre y el cuerpo de la mujer, que vestía una playera roja, quedó con la mano derecha estirada hacia arriba de su cabeza y su mano izquierda recargada en su mandíbula.
En el ojo izquierdo, tenía clavado todo el metal de un chillo y solo estaba afuera una parte del mango de manera de esa arma punzocortante. Una vez que los peritos en criminalística, fotografía, medicina forense, entre otros investigadores de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México realizaron la inspección ocular, el cadáver de la señor Mireya “N”, fue trasladado al anfiteatro de la Fiscalía en Iztapalapa, donde se continúa con las investigaciones.
Los encargados de las pesquisas presumen que el crimen de esta mujer de 64 años de edad, se debe a una venganza por alguien conocido de la ahora occisa; sin embargo, serán las pesquisas las que determinen las causas reales por los que fue ultimada.
Con información de: La Prensa
