El paseo recreativo de La Presa San José ubicado al poniente de la ciudad se encuentra en pésimas condiciones físicas a pesar de ser temporada de vacaciones y poder ofrecer a los turistas un atractivo para visitar.
Desde el camino que inicia en el periférico hacia la cortina de la Presa se puede observar y oler el agua pestilente, basura por doquier y agua neja, en lo que antes se llamaba la “contra-presa” y que se usaba como balneario público. La alberca o como se pueda denominar a la “contra-presa”, llegan decenas de camionetas de empresas de reconocida marcas de galletas y refrescos a lavar los automóviles provocando la contaminación del agua que permanece en ese remanente.
Los contenedores de basura que se ubican metros antes de llegar a la cortina de la Presa San José, están excedidos en sus capacidades, los barandales totalmente despintados y corrosivos, las escaleras destrozadas en un sinfín de escalones, las paredes grafiteadas, al igual que ya es común en la imagen de toda la ciudad, por grupos pandilleriles consentidos por las autoridades.
En lo que se refiere al agua de la presa en algunos sitios presenta lirio acuático y montones de basura, mientras que una mínima cantidad de agua que anteriormente escurría para evitar malos olores ha sido desviada al haber desprendido unos 50 metros cuadrados del acueducto que esta frente a la cortina por donde se drena a la superficie y se añeja con fétido olor.
Familias locales tampoco respetan letreros de advertencia para no tirar basura, peor aún, ya tampoco existen los letreros en los que se prohibía llevar mascotas, lo que provoca que ahora el camino este infestado de eses fecales de perro por doquier.
Sin haber logrado que este punto emblemático de San Luis Potosí se haya colocado como atractivo turístico, si es un punto de reunión apto para pandilleros, grafiteros, familias pobres con decenas de hijos desobedientes que contribuyen al deterioro de ese que debió ser un atractivo turístico.
En tanto que el área de puestos de comida con precios excedidos en los productos de venta también registra un abandono, pues de unos 50 locales atrincherados para mafias de grupos sociales, solo dos o tres funcionan de manera permanente.
Fuente: Heraldo
