Muchas personalidades las usan sin que nos demos cuenta. Son presidentes de países cuyos nombres ni siquiera pueden citarse, pero según se dice extraoficialmente serían siete u ocho de cada diez mandatarios latinoamericanos.
Son chamarras, camisas, sacos y camisetas, entre otros. Son los productos casuales, pero blindados, del colombiano Miguel Caballero, que ahora son mencionados en series de televisión o novelas, pero ya no son temas de ficción, son escudos para aquellos que intentan sobrevivir a un ataque armado.
El mayor número de consumidores está en México, ya que 40 por ciento de la producción de las fábricas es adquirida en nuestro país, dijo a Excélsior Óscar Loaiza, gerente de ventas en México de la marca Miguel Caballero, quien señaló que la compra de este tipo de prendas es más por necesidad de sentirse protegido que por el nivel de inseguridad.
“México es uno de los países latinoamericanos que más conciencia de seguridad tiene; desa-fortunadamente, hasta que no nos sucede algo no tomamos las precauciones necesarias. Aquí en México han empezado a tener la conciencia de adquirir seguridad, independientemente de si les está sucediendo algo o no.”
Loaiza explicó que la idea de hacer ropa casual blindada surgió en “la cabeza de Miguel Ángel Caballero, que es el dueño de la compañía. Nace en los años 90, cuando la situación de orden público en Colombia se pone muy difícil”.
Loaiza contó que una de las compañeras de universidad de Miguel Caballero llegaba con escolta y protegida con un chaleco blindado, de esos abultados e incómodos que todos conocemos, desde que se bajaba del carro hasta que entraba a tomar clases. Los guardaespaldas se quedaban afuera hasta que ella salía.
Miguel Caballero, al ver eso, “comenzó a maquinar” la manera en que se podrían generar prendas para que la gente “no se vea como un policía o un militar, sino que se pueda ver bien, conservando su estilo y forma de vestir y pueda asimismo sentirse segura y protegida”. Así es como comenzó a desarrollar las prendas blindadas, pero con aspecto de ropa normal, casual, fabricada en Colombia, y es lo que ha hecho los 21 años que lleva la compañía.
Muchas personas reconocidas son consumidores de esta ropa blindada, pero Loaiza explicó que “la mayoría de los clientes solicitan la reserva de sus nombres, porque el hecho de que le estés diciendo a todo el mundo que estás blindado genera un poco de inseguridad”.
Los políticos están entre los principales clientes, por la necesidad de sentirse seguros. El actor Steven Seagal “fue uno de los primeros a los que se hizo una chamarra blindada”.
Fuentes periodísticas consignan que el finado presidente Hugo Chávez adquirió una camisa tropical con un costo de nueve mil dólares. En 2009, la empresa de Miguel Caballero tuvo ventas por 16 millones de dólares y este año se sabe que tiene alrededor de 250 costureras y vendedores en Colombia y varios países.
En la tienda londinense de Harrods muchos de los compradores son rusos y mujeres árabes.
“Existen empresarios que tienen miedo de salir de sus empresas y subirse al carro. Para ellos un acto tan sencillo representa mucho riesgo. Entonces son muchos los que están adquiriendo este tipo de productos, hay un listado muy grande”, comentó Loaiza.
Al margen de empresarios, actores y presidentes, el mercado más común para la ropa blindada está entre militares y compañías de seguridad. Las corporaciones que consumen grandes cantidades de estos productos son la policía, la Marina, la PGR y las procuradurías.
La empresa vende en México, así como Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay y Estados Unidos.
“Tenemos muchos clientes en Asia y Europa, poseemos representantes en Madrid. En Medio Oriente también hay distribuidores nuestros. Y por el momento no abarcamos más, sino queremos fortalecer lo que ya tenemos.”
Se puede observar variedad de prendas, pero la más exitosa y más vendida es la Armored T-Shirt, una playera blanca que va por debajo de la ropa y se vuelve parte de la persona.
Cualquiera podría traerla puesta y no se notaría, pues está hecha de un material muy dócil y liviano, se acomoda a tu cuerpo, dando la misma protección que puede tener un judicial en la calle, sólo que éste se utiliza con materiales de última tecnología y parece una playera blanca.
En la revista colombiana Cromos se puede leer que entre las prendas más extrañas que Miguel Caballero ha blindado están una Bibliahecha para un pastor de Brasil, una cobija para un mandatario de América y hasta una corbata para el escritor Andrew Carroll, autor del libro Detrás de las líneas.
Sólo el año pasado confeccionó 52 mil artículos de vestir, desde un chaleco casual hasta una chamarra roja “que son muy conocidas por un famoso político en México”.
Ya que estamos hablando de políticos mexicanos, hay otra muy importante que es el portafolio presidencial: “Varios gobiernos lo tienen en este momento, es un maletín que cuando se suelta, se extiende y es completamente un muro blindado. Actualmente lo usa el Presidente de Colombia. El Presidente de México tiene algunos.
“Todas las prendas te protegen contra las armas normales de la delincuencia común: calibre .9 milímetros, .38 mm y .40 mm, que son las armas comunes”. De igual manera detienen un cuchillo, que irónicamente es más complicado que un arma. Las más pesadas pueden detener una bala de ametralladora, pero no hay más detalles.
Las prendas no están hechas de un solo material, Óscar explica que es la combinación de lo mejor de varios materiales para tener un menor peso, pero una mejor resistencia balística, teniendo así la misma firmeza que el chaleco de un policía.
Sin embargo, “los materiales con los que están hechos son como el secreto de la Coca Cola”.
Para la seguridad de los niños también hay prendas, éstas pesan menos de un kilogramo “porque se buscó que sea algo fácil de manejar, ya que un niño tiende a cansarse con mayor facilidad”. Hay varias versiones para los niños, la versión infantil de la Armored T-Shirt, otra es el Puffer Kids, un chaleco blindado unido a una mochila, la parte de la espalda también viene blindada.
Loaiza explicó que se pensó en eso porque si el niño corre el riesgo latente es su espalda: “Estamos introduciendo otro modelo, que es el chaleco naranja reflectivo, Safety Vest, pretendemos que cada escuela tenga un cierto número de chalecos para que los niños se puedan proteger”.
Estas prendas casuales están enfocadas para cualquier niño de entre cuatro y 16 años.
La ropa que compres no morirá y te funcionará toda la vida, ya que una prenda es infinita, lo variable es la garantía y las pólizas de responsabilidad civil. Se da una garantía entre cinco y siete años, pero si en 20 años le disparo al chaleco o la camiseta va a seguir funcionando.
Óscar Loaiza reveló que usa ropa blindada todo el tiempo: “Hay lugares donde tienes que ir y por algún motivo que represente riesgo las usamos. Yo tengo una Armored T-Shirt, que la uso normalmente y las personas no la notan”.
La empresa Miguel Caballero presume de ser la única en el mercado, pues hace ropa blindada que tiene diseño, innovación y tecnología que llevan con investigación y desarrollo. Todo esto puede hacer creer a la gente que las prendas pueden ser costosas “pero si pones en una balanza el riesgo y el valor de tu vida y tu familia, esto no cuesta realmente nada”.
El portal del diario español El Mundo consignó que en el narcomuseo que tiene el Ejército mexicano en el DF hay una camiseta y una chamarra cazadora de tipo piloto, ambas blindadas, que pertenecieron al capo mexicano Osiel Cárdenas Guillén y que de acuerdo con Loaiza cuestan más de tres mil dólares.
Ambas prendas fueron confeccionadas por la empresa de Miguel Caballero: “Si se fijan en el código que tiene la prenda verán que pertenece a un lote que nos robaron hace años”, explicó Caballero en la entrevista con el diario que lo calificó como El Armani del blindaje.
http://www.excelsior.com.mx/nacional/2013/04/08/892743