
En 16 municipios del estado se ubican 40 pozos de agua potable con concentraciones excesivas de arsénico y flúor, que ponen en riesgo la salud de quienes la beben, advierte un estudio realizado por las organizaciones DataCrítica y Quinto Elemento Lab.
El reporte «Veneno en mi agua» analiza los datos de la Comisión Nacional del Agua (CNA), sobre la concentración de estos contaminantes en el subsuelo del país.
El análisis detectó en el estado que 16 municipios de la entidad utilizan el agua extraída de 40 pozos que concentran altas concentraciones de flúor o arsénico.
El reporte indica que el estado es uno de los que enfrenta esta problemática desde hace años, mientras que otras regiones del país, como el estado de México y Baja California, empiezan a presentar indicios de esta contaminación.
En el estado, la capital es el municipio con más pozos contaminados, con 7.
El dato surge en momentos en el que el Interapas indica que aumentaría el uso de agua extraída del acuífero para paliar el desabasto que producen las continuas fallas del acueducto El Realito.
Le sigue Villa de Reyes, con seis pozos. En el municipio, la actividad industrial ha aumentado, lo que eleva la presión sobre su acuífero.
En Santa María del Río, Cerro de San Pedro y en Ciudad Fernández hay 4 pozos con estas características.
Matehuala, Salinas, Villa de Arriaga y Villa de Ramos tienen al menos dos pozos con esta problemática.
En otros siete municipios, los contaminantes están presentes en un pozo de esas localidades.
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