Hvaldimir, una beluga blanca que atrajo la atención en 2019 por llevar un arnés que algunos sospechaban podría ser usado para espionaje, ha sido encontrada muerta en las aguas de Noruega.
La historia de Hvaldimir comenzó cuando se descubrió en 2019 con un arnés que tenía la inscripción “Equipo de San Petersburgo” en inglés, lo que desató teorías de que podría ser un espía ruso. El arnés también parecía tener un soporte para una cámara, lo que aumentó las especulaciones.
La organización OneWhale, que había estado siguiendo a Hvaldimir, expresó su tristeza por su muerte. En un comunicado en redes sociales, la organización pidió a las autoridades noruegas que realicen una necropsia para aclarar las causas de su fallecimiento, ya que descartan que haya sido por causas naturales.
Sebastian Strand, biólogo marino que había monitoreado a Hvaldimir durante tres años, confirmó a NRK que el cetáceo fue encontrado flotando en el mar y que, aunque la causa de su muerte aún no está clara, se sospecha que pudo haber sido impactado por un barco. Antes de morir, Hvaldimir estaba en buen estado físico.
Hvaldimir, cuyo nombre combina la palabra noruega para ballena (hval) con el nombre del presidente ruso Vladimir Putin, ganó notoriedad en abril de 2019 cuando fue hallado cerca de la isla Ingøya. Tras su fallecimiento, su cuerpo fue recuperado del agua y llevado a un puerto cercano para su examen.
El arnés de Hvaldimir en aguas noruegas, cerca de la frontera con Rusia, avivó teorías de que podría haber estado involucrado en actividades militares rusas, aunque no hay pruebas concluyentes que lo vinculen directamente con el Kremlin.
A lo largo de los años, Hvaldimir fue conocido por su interés en la gente y por recuperar objetos arrojados al agua, según la ONG Marine Mind. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Noruega señaló que las belugas enfrentan amenazas como la contaminación, la degradación del hábitat, el acoso humano y otras perturbaciones, además de la caza comercial y deportiva en el pasado.